Es decir, sí pero no
SIN AMBAGES

Martes por la mañana, primer día oficial del Congreso Internacional de la Lengua Española y estoy en la Sesión Plenaria 2 en el Teatro Municipal, el tema: «Lenguaje claro y accesible». Entonces, mientras los participantes empiezan con sus disertaciones, intento escucharlos con detenimiento, pero los mensajes que llegan a mi teléfono parecieran tener el propósito específico de distraerme.
La vibración de mi celular es imperceptible para los demás, pero yo —que tengo entre mis manos este pequeño aparato tan útil pero cuyos modales a veces no son los adecuados— estoy empezando a impacientarme. Entonces, entro al universo del ciberespacio y me percato de muchos mensajes de diferentes personas y también de notas de medios en la ciudad que intentan informar acerca de ciertas medidas que se tomarán al siguiente día en cuanto al tránsito en el centro histórico.
No habrá acceso peatonal ni vehicular. Listo. Fin del comunicado —que alguien pensó que daba claramente la información necesaria, porque ¡qué más se tiene que explicar, por favor!—. E inmediatamente, como conferencia de prensa en una película, todos preguntan por los detalles de esta medida y buscan las respuestas en ese aparatito al que ahora sí le tengo estima.
Y de pronto me encuentro entre las disertaciones en el Teatro Municipal —que me hablan del lenguaje claro— y el ciberespacio —en el que no se entiende quién podrá estar en el centro histórico al día siguiente—: No ingresa el que quiere pasear por la Plaza de Armas, pero sí el que trabaja en la calle Mercaderes, ¿o no?; el lenguaje claro es esencial en los derechos humanos; sí van a permitir la entrada pero con el DNI vigente y solo si termina en número par; el lenguaje claro es el derecho a entender; no informan bien, seguro que ya no va a haber Congreso, hay que avisarle al rey; el lenguaje claro es esencial para que la ciudadanía esté informada; mi prima que trabaja en el centro me ha dicho que nadie podrá entrar nunca más, hay que avisarles a los turistas, ¿cómo se dice “nunca más” en inglés?; el lenguaje claro significa paz social; el hermano de mi amigo dice que le han dicho que sí se va a poder entrar al centro pero solo a las calles desde donde se puede ver el sol poniente.
Y entre los dos mundos, intentaba entender qué iba a suceder al día siguiente, pero entre tantos mensajes llegaba a la conclusión de que nadie lo sabía o quizá lo sabía el que hizo el comunicado, pero no lo hizo bien. Si hubiera ido al Teatro Municipal a escuchar un trocito de las disertaciones acerca del lenguaje claro, quizá hubiera entendido que esa imagen que incluía un mapita bonito con líneas de colores no resolvía mucho, casi nada, y que, al comunicar algo, es imprescindible analizar si se están respondiendo las preguntas que el mensaje va a crear.
Lo bueno es que finalmente se supo quiénes entraban en el centro histórico al día siguiente, es decir, sí pero no.
