Huarcaya: comunidad vive entre el abandono sanitario y educativo

Por Germán Yuca Ch.

Más de 80 familias del distrito de Huaynacotas sobreviven sin servicios básicos, con un colegio en ruinas y un centro de salud sin médicos

EXIGEN MAYOR INVERSIÓN PÚBLICA

En lo alto de los Andes arequipeños, a más de 4 500 metros de altitud y a más de 12 horas de viaje desde la ciudad de Arequipa, el anexo de Huarcaya, en el distrito de Huaynacotas (provincia de La Unión), enfrenta una situación crítica que refleja el abandono del Estado en las zonas rurales.

Más de 80 familias sobreviven sin servicios básicos, con un sistema educativo colapsado y un centro de salud que apenas funciona. Una reciente fiscalización del Consejo Regional de Arequipa (CRA) constató las precarias condiciones en que viven los pobladores de esta apartada comunidad, donde las promesas de desarrollo no se concretan desde hace varios años.

EDUCACIÓN EN «RUINAS»

Docentes y alumnos tuvieron que improvisar espacios de estudio.

Uno de los problemas más graves es el abandono del sector educativo. En el colegio N.° 40542 de Huarcaya, más de 130 escolares estudian en condiciones deplorables. La institución educativa, construida hace décadas con piedra y calamina, se encuentra deteriorado y sin mantenimiento. Pese a que gestiones anteriores del Gobierno Regional de Arequipa (GRA) impulsaron un proyecto de reconstrucción valorizado en S/ 18 millones, la actual administración lo ha dejado relegado.

El terreno donde debía ejecutarse la obra —de 5 mil metros cuadrados, donado por una familia del lugar— está en riesgo, ya que los propietarios evalúan revertir el aporte ante la falta total de avance. Desde abril, la comunidad espera el financiamiento de la ficha técnica del proyecto “Mantenimiento de la IE N.° 40542 – Anexo Huarcaya”, valorizado en S/ 217 255.58, que incluye la reparación de techos y puertas. Sin embargo, hasta hoy el GRA no asegura los recursos para su ejecución.

La situación se agravó en agosto, cuando un ventarrón destruyó parte de los techos del colegio, afectando las aulas donde estudian los niños. La consejera electa por La Unión, Nila Roncalla Camargo, informó que los docentes y alumnos tuvieron que improvisar espacios de estudio en ambientes comunales. A ello se suma el ausentismo docente, pues de los 18 profesores designados, dos renunciaron por las duras condiciones de vida y trabajo. “Nuestros niños están estudiando en aulas que ya no son seguras. No hay materiales ni condiciones para una educación digna”, denunció la consejera.

SALUD EN EMERGENCIA

El panorama sanitario no es distinto. El centro de salud de Huarcaya funciona sin agua, desagüe ni energía eléctrica, lo que impide el uso de los pocos equipos médicos con los que cuenta. La ambulancia está inoperativa por falta de un chofer y apenas recibe un galón de combustible al mes. Durante la visita de fiscalización, se verificó que solo una profesional, la médico obstetra Luth Huaranca Quispe, atiende a toda la población, realizando labores que van desde la atención prenatal hasta emergencias generales.

El establecimiento requiere con urgencia un médico general, un técnico en enfermería y un pediatra, pero el GRA no ha dispuesto personal para cubrir las plazas vacantes. La consejera Roncalla explicó que la atención médica más cercana está en el centro de salud de Cotahuasi, a cuatro horas de viaje, lo que deja a la comunidad prácticamente desprotegida.

Durante la reciente interpelación al gerente regional de Salud, Walther Oporto Pérez, la autoridad regional pidió información concreta sobre las acciones para atender esta situación, pero solo obtuvo respuestas generales. “No hay compromiso, ni planificación. En Huarcaya la gente se enferma y no tiene adónde acudir”, advirtió Roncalla.

LLAMADO URGENTE

La consejera exigió al Gobierno Regional de Arequipa priorizar la inversión pública en las comunidades altoandinas y garantizar servicios básicos de educación y salud. “Nuestros niños y jóvenes merecen estudiar y vivir en condiciones dignas; la salud y la educación rural no pueden seguir esperando”, expresó.

Huarcaya, como muchas otras comunidades de la provincia de La Unión, es un espejo de la desigualdad territorial que persiste en Arequipa. Mientras en la capital regional se anuncian grandes obras y proyectos, en los pueblos más alejados los pobladores siguen esperando atención médica, escuelas seguras y una presencia real del Estado.

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