Eventos internacionales permiten llegada de más turistas.

Arequipa vuelve a ocupar un lugar destacado en el mapa mundial tras la realización del X Congreso Internacional de la Lengua Española (CILE), evento que reunió a académicos, escritores y autoridades de distintos países. Su impacto no solo se sintió en los días de su desarrollo, sino que promete dejar una huella duradera en la proyección turística y cultural de la región.

De acuerdo con proyecciones oficiales, Arequipa podría superar los 500 mil turistas al año como resultado de la exposición internacional lograda durante el congreso. Las expectativas son optimistas y se espera que los efectos más notorios comiencen a sentirse a partir de 2026, coincidiendo con la temporada alta de turismo europeo, especialmente proveniente de España, entre los meses de julio y septiembre.

El gerente regional de Comercio Exterior y Turismo, Jorge Meza Cruz, destacó que la meta a mediano plazo es ambiciosa: duplicar el número de visitantes para 2030, pasando de un promedio de medio millón a un millón de turistas anuales. Este objetivo, señaló, forma parte de un plan integral que busca posicionar a Arequipa como un destino de clase mundial.

“Estamos sembrando para el futuro”, expresó Jorge Meza, al detallar que el Gobierno Regional de Arequipa trabaja de manera articulada con el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) en proyectos de infraestructura, promoción y capacitación del sector. La apuesta es consolidar un modelo de turismo sostenible y competitivo, que mantenga el atractivo natural y cultural de la región.

El impacto del CILE fue inmediato en términos de imagen internacional. Arequipa logró proyectarse como una ciudad moderna, acogedora y con una profunda identidad cultural. La cobertura mediática alcanzó a millones de personas en América Latina y el mundo hispano, fortaleciendo su marca como destino turístico y cultural de primer orden.

Además del prestigio académico del congreso, la difusión mediática nacional e internacional destacó los encantos de la Ciudad Blanca: su arquitectura colonial, su gastronomía reconocida por la UNESCO y su cercanía con maravillas naturales como el Cañón del Colca, además del centro histórico, entre otros lugares. Esta exposición gratuita en medios globales representó una oportunidad sin precedentes para la promoción del turismo regional.

El evento también generó beneficios económicos inmediatos para la ciudad. Sectores como el transporte, la hotelería, la gastronomía y el comercio local registraron un incremento en la demanda durante los días del congreso. Para muchos empresarios arequipeños, fue una muestra del potencial que tiene la región cuando se la posiciona como escenario de grandes eventos internacionales.

Los especialistas coinciden en que el desafío ahora es mantener el impulso y continuar promoviendo a Arequipa como destino cultural y turístico. La continuidad de campañas, la mejora de servicios turísticos y la participación en ferias internacionales serán claves para consolidar los resultados obtenidos.

En balance, el CILE no solo fue un encuentro de la lengua, sino una vitrina global que permitió mostrar al mundo el valor patrimonial, humano y paisajístico de Arequipa. Con la mirada puesta en 2030, la Ciudad Blanca se prepara para recibir al doble de visitantes, confirmando que su belleza y hospitalidad siguen conquistando corazones más allá de las fronteras.