Uso de equipos de hospitales abandonados quedó en manos del Consejo Regional

Por Jorge Turpo R.

Consejeros deben analizar la propuesta lo más pronto posible. Solo en el hospital Maritza Campos hay 4 411 equipos de alta tecnología, mobiliario clínico e instrumentales médicos serían destinados a los hospitales Goyeneche y Honorio Delgado

GOBERNADOR REMITIÓ PROYECTO DE ORDENANZA

El último jueves, justo cuando vencía el plazo para retirar el equipamiento médico almacenado en el hospital Maritza Campos, el gobernador regional de Arequipa, Rohel Sánchez, remitió al Consejo Regional el proyecto de ordenanza que permitirá disponer finalmente de esos equipos.

La propuesta plantea autorizar el traslado, patrimonialización y uso del equipamiento guardado durante seis años en los hospitales inconclusos de Maritza Campos y Camaná.

De acuerdo con la Oficina de Asesoría Jurídica del Gobierno Regional de Arequipa (GRA), la ordenanza regional es el único mecanismo legal posible dentro de sus competencias. Este instrumento busca establecer un marco normativo que haga viable el uso de los equipos médicos mientras las obras de ambos hospitales continúan paralizadas.

La iniciativa se da luego de que, en septiembre, la Contraloría General de la República exhortara al GRA a retirar el equipamiento biomédico del hospital Maritza Campos, al considerar que su almacenamiento constituía un obstáculo para la reactivación del proyecto.

La intervención del órgano de control fue clave para destrabar una situación que se prolongó por más de medio decenio. Desde febrero se planteó la solución, pero en el GRA hubo funcionarios temerosos a ser denunciados porque se trata de un proyecto no liquidado, y lo entramparon.

Recién cuando se les explicó que el órgano de control dio su luz verde y se les dijo que podían ser denunciados por omisión de funciones, le dieron trámite.

Según información de la Gerencia Regional de Salud, los 4 411 equipos de alta tecnología, mobiliario clínico e instrumental médico serían destinados principalmente a los hospitales Honorio Delgado y Goyeneche, los dos principales centros de atención de Arequipa.

Se trata de equipos especializados para cirugías de alta complejidad, que permanecen guardados en cajas, pese a que podrían aliviar las carencias de los hospitales públicos, donde faltan desde un tomógrafo hasta un resonador magnético.

El expediente del proyecto de ordenanza ahora deberá ser evaluado por los consejeros regionales.

El presidente del Consejo, Osías Ortiz, tiene la responsabilidad de convocar en los próximos días a una sesión extraordinaria para analizar y votar la propuesta.

De su aprobación dependerá que los equipos médicos puedan, por fin, ser utilizados y no sigan deteriorándose.

El hospital Maritza Campos lleva más de seis años paralizado. En sus ambientes vacíos se acumulan las cajas con 4 411 equipos que costaron millones de soles del presupuesto regional.

Un inventario reciente, elaborado por el Consorcio Maritza Campos, precisa que entre ellos hay 238 equipos biomédicos, 258 complementarios, 50 electromecánicos, 199 instrumentales médicos, 2 079 mobiliarios administrativos y 1 587 mobiliarios clínicos.

Desde el Gobierno Regional explicaron que el inventario constituye solo un diagnóstico inicial. Más de la mitad de los equipos podrían funcionar de inmediato, mientras que el resto perdió vigencia técnica debido al tiempo de almacenamiento.

No es que estén dañados, sino que los softwares están vencidos o carecen de piezas, lo que los vuelve inoperativos. Sin embargo, con mantenimiento y actualización podrían ser recuperados.

El problema es el costo. La actualización de un solo equipo oscila entre 50 mil y 100 mil soles, dependiendo de la complejidad del dispositivo. Se trata de aparatos de alta gama, como pinzas médicas para cirugías mínimamente invasivas, ecógrafos modernos o equipos de endoscopía que requieren software especializado.

El origen del problema se remonta al 2018, durante la gestión de la entonces gobernadora regional Yamila Osorio.

En ese periodo se adquirieron los equipos médicos mientras se ejecutaban las obras de los hospitales Maritza Campos y Camaná. Pero ambas construcciones quedaron a medio camino tras la paralización de los contratos.

Desde entonces, todo el equipamiento permaneció almacenado, sin uso y sin mantenimiento, convirtiéndose en símbolo de ineficiencia y desperdicio.

La Contraloría, en su informe, no solo advirtió el riesgo de pérdida de los equipos, sino que también ofreció al GRA mecanismos legales para su patrimonialización y posterior redistribución a los hospitales operativos.

Fue recién con esa recomendación que el Ejecutivo regional elaboró la propuesta de ordenanza.

La urgencia de su aprobación se explica por la precariedad del sistema de salud en Arequipa.

El hospital Honorio Delgado, por ejemplo, no cuenta con tomógrafo ni resonador magnético, y en varias ocasiones ha tenido que suspender cirugías por falta de un equipo de laparoscopía. Uno de estos equipos, precisamente, está almacenado en el Maritza Campos.

“Más vale tarde que nunca”, dicen algunos funcionarios que ven en esta medida una posibilidad de revertir años de inmovilidad burocrática.

Han pasado seis años desde que los equipos fueron comprados y recién ahora existe una salida para ponerlos al servicio de los pacientes.

Otros, sin embargo, advierten que parte del equipamiento ya perdió vigencia y representará un despilfarro en medio de la crisis sanitaria que enfrenta la región.

El futuro de esos equipos, y de miles de pacientes que podrían beneficiarse de ellos, está ahora en manos del Consejo Regional. Una decisión que no solo permitirá aprovechar recursos abandonados, sino también cerrar una herida abierta en la gestión pública de Arequipa: la de los hospitales inconclusos que costaron millones y que, hasta hoy, siguen esperando abrir sus puertas.

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