Yura: una historia forjada con esfuerzo y visión arequipeña
Planta ha incorporado tecnologías de eficiencia energética.
DESDE LAS REGIONES SE LIDERA EL CAMBIO
Desde hace casi seis décadas, a los pies del imponente Misti, una empresa arequipeña ha sabido combinar la fuerza del cemento con la perseverancia de su gente. Cemento Yura S.A., fundada en 1966, nació con el propósito de impulsar el desarrollo industrial del sur del Perú, dotando a la región de una planta moderna que acompañara el crecimiento urbano y la expansión de la infraestructura nacional. Lo que comenzó como un proyecto visionario se transformó, con el paso del tiempo, en un símbolo de calidad, innovación y compromiso con el país.
En 1999, Cemento Yura pasó a formar parte del Grupo Gloria, en una de las adquisiciones industriales más importantes de la época. Jorge Rodríguez Rodríguez, fundador del grupo empresarial, recordó que aquella decisión trascendió lo estrictamente económico.

“El objetivo no era solo incorporar una planta cementera al grupo, sino apoyar el desarrollo del sur del Perú mediante una compañía sólida, con raíces arequipeñas y con una enorme proyección. Yura simboliza la capacidad de los peruanos para transformar desafíos en oportunidades”, afirmó.
Esa compra marcó un antes y un después. La empresa no solo modernizó su infraestructura, sino que fortaleció su presencia en el mercado nacional e internacional. Desde entonces, Yura se consolidó como una de las cementeras más importantes del país, con una producción sustentada en la tecnología, la innovación y la eficiencia.
APUESTA POR AREQUIPA Y EL PAÍS
Para el presidente ejecutivo del Grupo Gloria, Claudio Rodríguez Rodríguez, Cemento Yura representa la mejor expresión de la visión empresarial familiar: creer en el Perú y en sus regiones.

“Invertir en Arequipa ha sido invertir en un modelo de crecimiento con sostenibilidad, innovación y compromiso social. Nuestra convicción es clara: el Perú crece cuando sus regiones prosperan”, señaló.
Desde esa mirada, Arequipa no es solo una sede industrial, sino un punto de partida para el desarrollo. En la planta de Yura trabajan cientos de arequipeños que representan generaciones enteras de técnicos, ingenieros y profesionales comprometidos con la excelencia.
Cada inversión, cada innovación y cada mejora en los procesos, son —como ha dicho Rodríguez— “un paso hacia adelante para el país”. Yura, en ese sentido, se ha convertido en ejemplo de cómo una empresa privada puede integrarse al progreso de su entorno sin perder su identidad ni su compromiso con la comunidad.
DESARROLLO SOSTENIBLE
Uno de los pilares de Cemento Yura en los últimos años ha sido su compromiso con la sostenibilidad. En un contexto global donde las industrias buscan reducir su impacto ambiental, la compañía arequipeña ha asumido con seriedad el desafío de innovar sin contaminar.
La planta ha incorporado tecnologías de eficiencia energética, sistemas de control ambiental y procesos de coprocesamiento de residuos industriales, que permiten aprovechar materiales alternativos como combustibles o insumos. Esta estrategia reduce significativamente la huella de carbono y mejora el rendimiento operativo.
Un ejemplo emblemático de esta apuesta es su planta fotovoltaica, la más grande y moderna de autoconsumo en el sur del Perú. Gracias a ella, Yura genera energía limpia y disminuye su dependencia de fuentes no renovables, alineándose con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y las metas de descarbonización del sector cementero mundial.
Además, la compañía ha desarrollado programas de reforestación y rehabilitación de canteras, manejo responsable del agua y educación ambiental en comunidades vecinas. Estas acciones consolidan un modelo de producción sostenible, demostrando que la industria puede ser una aliada activa del medio ambiente.
COMPROMISO CON LA CULTURA Y EL DEPORTE
El compromiso de Yura con Arequipa no se limita a lo industrial. A lo largo de los años, la empresa ha promovido múltiples iniciativas culturales, deportivas y sociales. Su apoyo a instituciones educativas, proyectos comunitarios y actividades deportivas refleja una política empresarial centrada en el bienestar de las personas y en el fortalecimiento del tejido social.
El espíritu de Yura se basa en la idea de que el progreso solo tiene sentido si se comparte. Por eso, la compañía mantiene una relación cercana con las comunidades del entorno, impulsando programas de desarrollo local, becas para jóvenes y capacitaciones técnicas.
CONGRESO DE CEMENTO, CONCRETO Y CAL
Recientemente, Arequipa fue escenario del 4.º Congreso Técnico de Cemento, Concreto y Cal, organizado por Cemento Yura. Este evento congregó a las principales empresas de la Unidad de Materiales para la Construcción del Grupo Gloria, así como a destacados expertos del sector.
Durante tres intensas jornadas, ingenieros, académicos y representantes de empresas nacionales e internacionales compartieron conocimientos y experiencias sobre los avances tecnológicos que están transformando la industria.
Los temas centrales giraron en torno a la eficiencia energética, el coprocesamiento de residuos, la transformación digital y la aplicación de inteligencia artificial en la producción cementera. Todos estos enfoques buscan fortalecer la competitividad del sector y avanzar hacia un futuro con menor impacto ambiental.
Más de veinte ponentes de alto nivel participaron en el encuentro, entre ellos representantes de instituciones como la Federación Interamericana del Cemento (FICEM), UCEM (Ecuador), SOBOCE (Bolivia), Refratechnik (Alemania), Alcemy (Alemania), Uptime Analytics (Estados Unidos), Calcesur, Supermix y la Universidad de California, Berkeley.
INDUSTRIA QUE MIRA AL FUTURO
El caso de Yura ilustra el papel que las empresas regionales pueden jugar en la construcción de un país más equilibrado y competitivo. Desde Arequipa, la compañía ha sabido integrar tradición y modernidad, desarrollo económico y sostenibilidad ambiental, crecimiento industrial y responsabilidad social.
Su historia es también la historia del sur peruano: una historia de esfuerzo, visión y perseverancia. Cada saco de cemento producido en Yura representa horas de trabajo, tecnología aplicada y compromiso con el desarrollo del país.
Hoy, Cemento Yura no solo abastece el mercado nacional con productos de alta calidad, sino que impulsa un modelo de industria moderna, limpia y responsable. En un contexto donde el crecimiento sostenible es una necesidad global, su ejemplo demuestra que desde las regiones se puede liderar el cambio.

“Desde Yura seguimos construyendo futuro con la misma convicción que nos inspiró hace décadas: apostar por el Perú, por su gente y por sus regiones”, resume Claudio Rodríguez.
Y en esa convicción, bajo la mirada del Misti, sigue latiendo el espíritu de una empresa que nació arequipeña y que hoy es orgullo del Perú.
Asimismo, Julio Cáceres Arce, director Comercial de la División de Cemento, Concreto y Cal del Grupo Gloria, quien fue reconocido por sus 25 años formando parte de Yura y el Grupo Gloria, en su discurso destacó la esencia del trabajo del Grupo Gloria y su Unidad de Materiales para la Construcción como un esfuerzo colectivo que trasciende lo industrial. No se trata solo de producir cemento, cal o concreto, sino de crear estabilidad, durabilidad y dignidad para miles de familias. Cada producto representa un componente esencial para el bienestar social, pues garantiza viviendas seguras, hospitales sólidos, escuelas resistentes y carreteras duraderas.
El compromiso con la calidad es, ante todo, un compromiso social: contribuir a una vida más digna y al progreso de América Latina. En este propósito, la sostenibilidad se presenta como un pilar estratégico y no una opción. La empresa lidera la incorporación de tecnologías limpias, eficiencia energética y valorización de residuos, con iniciativas como la planta solar de Yura, ejemplo de innovación y responsabilidad ambiental, agregó Cáceres.
Asimismo, se subraya la necesidad de ofrecer materiales sostenibles y asequibles para cerrar las brechas de infraestructura que aún afectan a millones en la región. En ese camino, la unidad busca ser un socio estratégico para el desarrollo.
Finalmente, rindieron homenaje al legado de Jorge y Vito Rodríguez, y reafirmaron la confianza en Claudio Rodríguez como líder que continuará guiando el crecimiento del grupo con las personas como su mayor activo.
Renovaron su compromiso que son una unidad de negocios. “Somos constructores de un futuro más justo, seguro y sostenible para toda Latinoamérica”, dijo Cáceres Arce.
