El cambio climático no es parte de una ideología política, es una realidad científica

Negar la crisis climática atrasa acciones vitales que podrían desacelerar sus efectos

Por: Daniela Santander Revilla

El cambio climático no es un debate ni una moda. Es una realidad que ya impacta nuestra salud, nuestro acceso al agua, los alimentos que llegan a nuestra mesa y la manera en que vivimos cada temporada del año. La astrofísica peruana y divulgadora científica Carla Arce Tord, recuerda que esta crisis no nace de opiniones personales, sino de un consenso construido durante décadas de investigación. “El cambio climático es real. Los datos están ahí… ¿por qué miles de científicos mentirían?”, señala.

Aun así, parte de la discusión pública insiste en convertir el clima en una bandera política. Y ese enfoque, advierte Arce, nos aleja de lo esencial , proteger la vida humana. “El cambio climático corresponde a una problemática de la humanidad, no corresponde a una postura política”, afirma. La evidencia es clara, las temperaturas suben, las lluvias cambian, y fenómenos extremos se vuelven más frecuentes, afectando especialmente a las poblaciones más vulnerables.

Carla Arce explica que el ser humano aceleró el calentamiento global desde la Revolución Industrial. No se trata de renegar del desarrollo, sino de reconocer nuestra responsabilidad y actuar. Aunque el daño ya realizado no puede revertirse totalmente, sí puede desacelerarse. Cada grado que logremos contener significa menos desastres, menos pérdidas humanas y más tiempo para adaptarnos con dignidad.

Muchas personas ya reciclan, caminan más, eligen consumir menos. Pero el peso de la solución no puede recaer sólo en quienes ya enfrentan el impacto. “Lo que haga yo es una gotita en el océano comparado con las industrias de países como China, Estados Unidos o India”, reflexiona Arce. Por eso, la acción política se vuelve clave,necesitamos gobiernos que escuchen a la ciencia y tomen decisiones pensando en el bienestar común y en las generaciones que vienen.

Porque cuidando el planeta también nos cuidamos a nosotros mismos. El futuro todavía puede ser cálido, sí… pero un calor de vida, no un fuego que nos arrase. Lo que hagamos hoy, exigir cambios, informarnos, actuar en comunidad, será lo que determine cómo viviremos mañana.

Dejanos un comentario

Your email address will not be published. Required fields are marked with *.