Exportaciones regionales alcanzaron la suma de 5,715 millones de dólares

La evolución mensual de las exportaciones de Arequipa muestra un desempeño que se va fortaleciendo conforme avanza el año. Entre enero y septiembre, los envíos regionales sumaron US$ 5,715 millones, lo que representa un crecimiento de 16.4% respecto al mismo periodo del año previo y refleja un mayor dinamismo en los sectores de mayor peso para la región.

En el caso de la minería, la trayectoria durante el periodo fue mayormente estable, con meses en los que se superaron ligeramente los niveles del año anterior y otros en los que los valores se ubicaron por debajo, lo que generó un avance moderado durante buena parte del año. Sin embargo, en septiembre se dio un salto significativo, con un crecimiento cercano al 50% respecto al mismo mes del año anterior, impulsado por mejores precios internacionales y una mayor demanda de minerales. Este repunte puntual explica gran parte del incremento más pronunciado que se observa hacia el final del gráfico.

En contraste, el sector agroindustrial no tuvo un desempeño tan favorable. Durante el primer trimestre, las exportaciones agrícolas se ubicaron por debajo de las cifras del año anterior, y el acumulado a septiembre muestra una desaceleración de 2.3%, influenciada por las caídas en envíos de productos clave como alcachofa y palta, afectadas por menores volúmenes y condiciones de oferta menos favorables. Esto redujo el aporte del agro al avance total, marcando una diferencia clara respecto al dinamismo mostrado por la actividad minera.

Asimismo, la composición sectorial de los envíos entre enero y septiembre confirma el peso dominante de la actividad minera dentro de la estructura exportadora regional. Con US$ 5 241 millones y un crecimiento de 17.1%, este sector continúa siendo el principal motor de las exportaciones; sin embargo, su evolución estaría más vinculada al comportamiento de los precios internacionales de los metales, que experimentaron episodios de recuperación durante el periodo, especialmente en el caso del oro y el molibdeno. En cuanto al cobre, cuya producción ha mostrado una reducción en el año según reportes recientes, el valor exportado se mantuvo en niveles elevados principalmente por el efecto precio y por la mayor participación de otros metales dentro de la canasta exportadora. Este escenario es consistente con lo observado en el gráfico previo, donde el repunte de septiembre responde en buena medida a una valorización más favorable de los minerales, más que a un incremento en la oferta física disponible.

El sector textil también muestra un desempeño positivo, con un crecimiento de 3.8%, sostenido por la demanda estable de fibra de alpaca y sus derivados, productos que conservan una presencia sólida en mercados especializados de Estados Unidos, Europa y Asia. Aunque su peso relativo es menor dentro del total exportado, ha logrado mantener resiliencia pese a un entorno internacional más competitivo.

Por su parte, el sector agroindustrial registra una caída de 2.3%, en línea con el comportamiento mensual analizado anteriormente. La menor oferta exportable de alcachofa y palta, afectada por ajustes productivos y condiciones climáticas menos favorables durante el primer semestre, explica el menor dinamismo observado en el acumulado y un aporte reducido dentro de la estructura exportadora regional.

Finalmente, el sector químico registra un avance de 16.1%, impulsado por una mayor demanda de insumos industriales y productos químicos de uso humano en países vecinos. Este crecimiento contribuye a una mayor diversificación de la canasta exportadora y atenúa parcialmente la menor expansión de otros sectores con mayor variabilidad.

Finalmente, al revisar la distribución de los principales destinos de exportación, se refuerza el panorama descrito en los gráficos anteriores y se observa cómo la dinámica sectorial termina definiendo la orientación comercial de la región. La marcada presencia de productos mineros; especialmente aquellos con mejor valorización durante el periodo, explica la fuerte concentración de envíos hacia Asia, destacando China como el socio más relevante. Este patrón se ha sostenido debido a la elevada demanda de minerales para actividades industriales y tecnológicas, lo que ha permitido absorber parte de la volatilidad en la producción física y mantener el flujo exportador en niveles altos.

A su vez, la participación de mercados como Estados Unidos y la Unión Europea se sostiene principalmente por los sectores textil y agropecuario, cuyos productos, pese al menor impulso observado en el acumulado del año, continúan teniendo nichos consolidados en segmentos especializados. La contracción en algunos bienes agrícolas, como la alcachofa y la palta, ha limitado un mayor crecimiento en estas plazas, lo que se refleja en un aporte más moderado frente al dinamismo mostrado por la minería y la reciente expansión del sector químico.

Con ello, queda claro que la estructura exportadora regional estuvo marcada por el mayor dinamismo del sector minero, el desempeño estable del textil y la moderación del agro, configurando un resultado final que refleja tanto las oportunidades como las limitaciones de cada rubro. Aun cuando el sol peruano mostró una apreciación frente al dólar durante el periodo; lo que puede reducir el valor en soles recibido por cada dólar exportado, el aumento del valor exportado indica que la cantidad enviada al exterior y la mejora en algunos precios internacionales contribuyeron a sostener el crecimiento. Este panorama también evidencia la importancia de seguir ampliando mercados y fortaleciendo la oferta exportable para sostener un crecimiento más equilibrado en los próximos meses.

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