Inversión privada registra su mayor crecimiento en una década
Economía retoma impulso gracias a agroexportaciones, minería y construcción, sectores que fueron impulsados en regions, según el IPE
DE 10,5% EN EL TERCER TRIMESTRE
La inversión privada en el Perú creció 10.5% en el tercer trimestre de 2025, marcando su primer resultado de dos dígitos desde 2013, según el último informe del Instituto Peruano de Economía (IPE). Este repunte —impulsado por el dinamismo agroexportador, la recuperación minera y un mayor consumo interno de cemento— consolida la tendencia de aceleración que la economía nacional ha mostrado durante los últimos cinco trimestres.
El Producto Bruto Interno (PBI) avanzó 3.9% en setiembre, superando el 3.2% registrado en agosto, y acumuló 3.5% en el tercer trimestre, cifra superior al 2.8% del segundo trimestre. El IPE subraya que este comportamiento refleja una recuperación sostenida de los sectores productivos, especialmente los primarios, que crecieron 3.8%, y los no primarios, que avanzaron 3.4%, refieren voceros del Instituto Peruano de Economía.
EXPORTACIONES
El sector agropecuario se consolidó como uno de los motores del crecimiento al expandirse 9.0%, favorecido por la fuerte demanda externa de arándanos, paltas y aceitunas. El inicio temprano de la campaña de arándano, junto con la recuperación de la producción de palta y aceituna respecto al 2024, permitió compensar el menor desempeño de otros cultivos tradicionales.
Este desempeño positivo del agro también se reflejó en el empleo: el IPE estima que los sectores primarios generaron 254 mil nuevos puestos de trabajo durante el trimestre, la mayoría vinculados al dinamismo exportador.
MINERÍA Y CONSTRUCCIÓN
La minería creció 1.7%, impulsada por una mayor extracción de cobre en Apurímac y Moquegua, de oro en Cajamarca y de zinc en Áncas). Además, el reinicio de operaciones en Shougang (Ica) y Poderosa (La Libertad) contribuyó a recuperar el ritmo de producción tras meses de fallas operativas y riesgos de seguridad.
En paralelo, la construcción registró un aumento de 8.3% en el consumo interno de cemento, lo que evidencia una mayor ejecución de proyectos privados, tanto en infraestructura industrial como en edificaciones. Este sector, estrechamente ligado al movimiento de la inversión privada, confirma su recuperación tras varios trimestres de contracción.
CONSUMO E INVERSIÓN
Desde el enfoque del gasto, el IPE detalla que el gasto privado se aceleró, reflejando confianza empresarial y dinamismo en la inversión. El gasto público, por su parte, creció 5.2% —por encima del 3.3% del trimestre anterior— con una expansión del consumo público (6.2%) y una leve desaceleración en la inversión pública (2.5%).
El instituto subraya que el crecimiento de la inversión privada de 10.5% representa un hito: el primer incremento de dos dígitos en doce años, sin contar la recuperación atípica posterior a la pandemia. “Este resultado refuerza el rol decisivo del sector privado como motor del crecimiento y del empleo formal en el país”, destaca el informe.

EMPLEO E INGRESOS
El mercado laboral mostró signos claros de recuperación. El empleo nacional aumentó 1.9%, lo que equivale a 321 mil nuevos puestos de trabajo, especialmente en las zonas urbanas. Lima registró un crecimiento de 3.9%, mientras que las principales ciudades del oriente y del sur alcanzaron 5.1% y 3.4%, respectivamente.
Los ingresos laborales crecieron 4.7% en términos reales, su mayor ritmo desde 2009. Aunque todavía se ubican 0.6% por debajo de los niveles prepandemia, la brecha se ha reducido significativamente (en 2024 era de 4%). Según el IPE, este avance confirma que la recuperación del poder adquisitivo depende directamente del impulso a la inversión privada y la formalización del empleo.
Asimismo, la tasa de informalidad descendió a 70.6%, frente al 71.2% del año anterior, y el subempleo cayó a 44.8%. El empleo juvenil, que había acumulado doce trimestres de caídas desde 2022, creció 0.8%, aunque aún existen 176 mil jóvenes menos trabajando que antes de la pandemia.
PERSPECTIVAS Y RIESGOS
De cara al cierre de 2025, los indicadores adelantados apuntan a una economía con mayor dinamismo. La demanda de electricidad aumentó 3.5% en octubre, reflejando mayor actividad minera e industrial, mientras que el consumo privado creció 7.7%, sostenido por la formalización laboral y los desembolsos del octavo retiro de fondos AFP.
“El desafío será mantener la confianza y garantizar un entorno estable para las inversiones”, señala el IPE. En un contexto internacional volátil, marcado por cambios en la política comercial de Estados Unidos y tensiones globales, el Perú deberá sostener el impulso logrado a través de políticas que refuercen la competitividad y la productividad.
En diciembre, el IPE presentará la actualización de sus proyecciones macroeconómicas. Todo apunta a que, tras años de turbulencia, la economía peruana empieza a retomar su ritmo de crecimiento sostenido, con el sector privado nuevamente al frente del impulso productivo.
