AUMENTA PRESENCIA DE CHIRIMACHAS

Arequipa reporta 6 casos crónicos de chagas detectados en 2025. Aunque la presencia de chirimachas disminuyó en la última década, Arequipa sigue siendo una región endémica a la enfermedad de Chagas. Durante el 2025 no se registraron casos agudos, pero la Gerencia Regional de Salud (Geresa) confirmó seis casos crónicos positivos y más de 800 reportes ciudadanos por presencia de vectores en viviendas. En el marco de la “Semana Regional de Lucha contra la Enfermedad de Chagas”, las autoridades buscan reforzar la vigilancia y la conciencia sobre los riesgos que representa este mal silencioso.

La chirimacha —insecto de hábitos nocturnos— se convierte en vector transmisor cuando porta el parásito Trypanosoma cruzi, causante del Chagas. El sector Salud recomienda mantener la limpieza en los hogares y vigilar cualquier indicio de su presencia, ya que suelen esconderse detrás de cuadros, roperos o grietas. Su carácter alado y su actividad nocturna facilitan que pasen desapercibidas, lo que incrementa el riesgo de infección sin que las familias lo adviertan.

“En 2025 registramos seis casos crónicos positivos. En 2024 tuvimos el último caso agudo. Es por ello que realizamos vigilancia, con énfasis en las gestantes, para diagnosticar de forma primaria esta enfermedad. Durante este año recibimos entre 800 y 900 denuncias por detección de chirimachas. Ante los reportes, el personal de Salud se desplaza al lugar, realiza investigaciones, implementa cercos y efectúa pruebas epidemiológicas”, explicó Gladys Mamani Quispe, encargada de Enfermedades Metaxénicas de la Geresa.

Las autoridades de salud recomiendan que, al detectar una chirimacha, la persona la capture en una bolsa y la lleve al centro de salud más cercano. El insecto será analizado para determinar si porta el parásito y, de ser necesario, se procederá con la fumigación de las viviendas vecinas. Si existe sospecha de contagio, se debe acudir inmediatamente a un establecimiento médico para solicitar un descarte. Los primeros síntomas incluyen fiebre y enrojecimiento en la zona de la picadura; sin embargo, la enfermedad puede mantenerse latente durante años y, en su fase crónica, causar graves complicaciones cardíacas o gastrointestinales.

El ciclo biológico de las chirimachas no depende del clima, por lo que el riesgo de transmisión se mantiene durante todo el año. En años anteriores, la Geresa identificó presencia de estos insectos en los distritos de Hunter, Tiabaya, Vítor y La Joya, zonas donde se mantiene activa la vigilancia sanitaria para evitar nuevos brotes.