Formar niños empáticos es clave

Por: Daniela Fernández Cruz

En un contexto marcado por la polarización y la difusión de discursos extremos en redes sociales, especialistas advierten que la prevención del fanatismo extremo debe comenzar en la infancia. Fomentar la tolerancia, la empatía y el pensamiento flexible en los niños se ha convertido en una herramienta esencial para formar adultos capaces de convivir con la diferencia y dialogar sin recurrir a posturas rígidas.

El psicólogo, Andrés Luque, explica que el fanatismo surge cuando la persona “niega la realidad objetiva” y se aferra a ideas que no corresponden al contexto actual. “Muchos fanáticos sostienen creencias que pertenecen a siglos atrás y no a la vida moderna”, menciona. Esta visión afecta de manera directa a la convivencia familiar, pues quien adopta posturas extremas suele intentar imponerlas.

Para Luque Ruiz, esta rigidez puede derivar incluso en conductas violentas o delitos motivados por ideologías extremas, lo que evidencia un deterioro de la salud mental. Frente a esto el especialista sostiene que la clave está en educar desde pequeños la capacidad de ver matices y comprender otras perspectivas.

El psicólogo enfatiza que la tolerancia debe enseñarse de manera activa, no solo mencionarse como valor. “Nada en este mundo debe ser un dogma.”, advierte. Por ello, propone fortalecer la flexibilidad de pensamiento en los niños y enseñarles a ponerse en el lugar del otro. “La tolerancia y la empatía son hoy más importantes que nunca”. Formar una infancia crítica, respetuosa y abierta a la diversidad es indispensable para construir sociedades más sanas y democráticas.