Durante el 2025, el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) recibió S/ 55 millones 424 mil 832 del presupuesto 0068, destinado a la reducción de la vulnerabilidad y la atención de emergencias. Sin embargo, hasta la fecha solo ejecutó el 51,5 %, equivalente a S/ 28 millones 534 mil 551.

En el Gobierno Regional de Arequipa señalaron que una parte de los recursos se mantiene reservada para atender incidencias durante las lluvias, criterio cuestionado por el Centro Nacional de Estimación, Prevención y Reducción del Riesgo de Desastres (CENEPRED), dado que no sería la gestión más adecuada ante el riesgo.

En el último trimestre, la Gerencia Regional de Gestión de Riesgo de Desastres (GRGRD) avanzó con la identificación de puntos críticos y la preparación de acciones de respuesta ante incidentes ocasionados por las lluvias. Estas medidas forman parte de un enfoque centrado en la reacción frente a emergencias, mientras que la planificación prospectiva presenta un avance limitado frente a la magnitud del peligro que representan las precipitaciones en la región, lo que genera vacíos en la respuesta institucional.

«En la región se ha hecho trabajo prospectivo, pero no en el porcentaje que necesitamos. (…) En Arequipa, al igual que ocurre a nivel nacional, nos estamos acostumbrando a esperar que ocurra un evento, por lo que nos preparamos para reaccionar. No se considera que la prevención es igual de importante. Adoptar medidas preventivas también es una buena inversión, porque cada año el riesgo se reduce significativamente, hasta el punto de no generar nuevas afectaciones», declaró Rolando Capucho Cárdenas, jefe institucional del CENEPRED.

De acuerdo con el mapeo del COER, las zonas de mayor riesgo se concentran en el sureste de la región, en la sierra alta colindante con Puno, así como en la provincia de Caylloma y en La Unión, colindante con Cusco, donde la exposición a movimientos de masa es alta. Al tratarse de eventos previsibles, las lluvias requieren intervenciones anticipadas como defensas ribereñas, fortalecimiento de puentes y trabajos de estabilización, que deberían ejecutarse entre abril y junio, una vez concluida cada temporada de precipitaciones. No obstante, estas acciones no se vienen cumpliendo.

Desde el CENEPRED recordaron que las lluvias no constituyen eventos inesperados y que, pese a la identificación de puntos críticos y la preparación para la respuesta por parte de la GRGRD, la planificación prospectiva continúa siendo insuficiente. En ese contexto, reiteraron que los gobiernos regionales pueden acceder a recursos sectoriales, canon y al Fondo para Intervenciones ante la Ocurrencia de Desastres Naturales (FONDES) para financiar proyectos de prevención y reconstrucción sin necesidad de declarar estados de emergencia.