Por: Jorge Jiménez Bustamante

Oswaldo Rivas nació en Lima pero es hincha del Sport Boys y el FBC Melgar. En el 2016 fue futbolista dirigido por Juan Reynoso y logró el sub campeonato nacional. Aprendió mucho de él, sobre todo en México y por eso sigue sus pasos. Se considera de la corriente «Reynosista». Este año subió a la categoría profesional con el Club Deportivo Moquegua en el que es asistente técnico.

A Oswaldo Rivas se le reconoce a leguas por su Africa Look, su cabeza parece una pelota gigante que se agita con el viento. Su paso por el FBC Melgar, en el 2016, lo hizo hincha del «Dominó». A pesar de haber nacido en el Callao e identificarse con el Sport Boys, tiene un cariño especial por Arequipa y su equipo profesional.

Fue dirigido por Juan Reynoso para lograr un sub campeonato. En las dos finales ante Cristal no perdió pero el gol de visita le dio el título a los capitalinos.

Este año, como asistente técnico en el Club Deportivo Moquegua, logró el ascenso a la primera división. Le han renovado la confianza junto al entrenador Jaime Serna por lo que se le verá en Arequipa y en otras ciudades del país.

Estudió bastante para obtener su título de entrenador y su Licencia Pro para dirigir a equipos de fútbol. Ha sido instructor en la Futec (Centro de Altos Estudios de Fútbol). Ha dado charlas importantes y formado a otros buenos técnicos. En el 2017 se retiró del fútbol en el Real Garcilaso, hoy Cusco FC.

Oswaldo se dio un tiempo para conversar con El Pueblo. Su pasado y su presente en una amena charla en la que destaca la lucha de los equipos de provincias contra los de Lima. «Siempre contra la corriente».

*El sub campeonato del 2016 con FBC Melgar dejó un sabor amargo.

Si. En Arequipa empatamos 1-1 con Cristal con un penal polémico. A Hinostroza le cayó la pelota en la mano y cobraron, fue el empate. El DT de ellos era Mariano Soso. En la vuelta, en Lima, la propuesta de Soso fue defenderse. Sabían que con el 0-0 eran campeones. Acabó 0-0 con un sin sabor porque lo fuimos a buscar y a proponer para el triunfo. Así campeonaron. Así es que luego despidieron a Soso. Seguro a la directiva no le gustó como lograron el título y es lógico.

*¿Qué te dejó esa campaña del 2016?

Ese año yo decidí ser entrenador. Ese año, con Juan Reynoso, el FBC Melgar era como una isla. Una isla en todo sentido. En logística, planificación, etc. Entonces yo a mis 33 años jugué Copa Libertadores, es cierto, no nos fue bien, pero no sé si haya alguna estadística de alguien que venía de un equipo descendido (Sport Loreto) pueda jugar en el último campeón. Vivir esa temporada en FBC Melgar fue como un despertar de cómo se vivía el juego, de cómo debía ser un equipo. Estar siempre en forma, apto para jugar. Había competencia interna, eso era bueno. Competí con Santa María, con Arismendi. Más allá del gran grupo humano que se formó destaco a Juan Reynoso que conocía a todos sus jugadores como a la palma de su mano.

*¿Por qué decide ser entrenador ese año?

Te cuento que Reynoso me dio indicaciones precisas para un partido que le ganamos a Alianza Lima en el estadio Melgar. Fue con un gol del “Pato” Arce. Ingresé de volante. Me dijo te van a enganchar hacia adentro y van a volver a su pierna. Otras indicaciones más me dio y todo se cumplió. Leía muy bien al rival. Sus indicaciones te ayudaban en la cancha. Yo me considero de una corriente «reynosista». Es un entrenador muy capaz y yo me considero de su corriente. Me hice entrenador por él, cuando estaba en Melgar.

*¿Por eso es que ascendió con el CD Moquegua que dirige Jaime Serna, quien fue asistente de Juan Reynoso?

A Jaime Serna lo conocí porque yo fui a una pasantía a México. Desde que dejé de jugar siempre me comunicaba con Reynoso y entonces se dio la oportunidad de ir a Cruz Azul luego de que fueron campeones. Sabía quién era Serna pero no habíamos interactuado. Ahí lo conocí. Antes él había sido asistente en El Puebla y en varios clubes del Perú. Desde el año pasado estamos en Moguegua y todos pensaban que era mexicano pero es más peruano el pisco sour.

*¿El ascenso al futbol profesional en Moquegua es su primer gran logro como entrenador, o en este caso como asistente?

Fue un desafío. Estamos aquí desde el año pasado. Llegamos para salvar la baja. Lo logramos y nos renovaron la confianza para esta temporada. Antes el club era UCV Moquegua. Fuimos los primeros en iniciar trabajos, en enero de este año. La reestructuración del equipo fue desde setiembre del año pasado. Entrenaron desde diciembre con el profesor físico, Claudio Arroé, por zoom. Cuando llegaron a Moquegua no estaban en cero. Fue una buena planificación.

El logro es importante pero yo me quedo más con lo vivido. Con el ascenso. Las dificultades, los viajes, me quedo con eso. Uno se siente feliz porque hubo un gran grupo humano que entregó todo. Se facilita el trabajo con los jugadores compitiendo a full en la interna. El liderazgo del profesor Jaime fue muy importante. Creo que el ser profesionales fue muy importante.

*¿Osea que el mérito es de todos?

Yo creo que los platillos y los bombones son para el profe Jaime. Yo soy solo un colaborador, su asistente. Las cosas que el no vea se las digo yo. Creo que estoy en segundo plano. Igual somos seis en el comando técnico.

*¿Los hinchas de Melgar lo recuerdan siempre, qué les dice?

Los que trabajamos en el interior y no en la capital creo que somos los rebeldes. Nuestro objetivo es quitar la supremacía de los limeños. Entonces, bajo esa premisa, intentamos desde la planificación ser lo más perfectos. Tenemos que competir contra todo.

Siempre he sido Melgar. Soy hincha de Boys pero Melgar es un equipo al que le tengo mucho cariño. Los veo mucho. Melgar es una amenaza para los equipos de Lima, eso es bueno. Es un equipo que puede ganar en cualquier cancha. Con Juan Reynoso les va a ir bien, estén tranquilos. Ya saben lo que pasó ese 2016 ante Cristal por eso hay que luchar siempre contra la corriente.

ASISTENTE. Rivas es asistente técnico en el Deportivo Moquegua que competirá en el 2026 en la Liga 1