Por: Lic. Juan Oscar Rodríguez Martínez

Los últimos acontecimientos socioeconómicos hicieron que las empresas (tanto públicas como privadas) enfrenten estas nuevas realidades con diferentes técnicas de gerenciamiento estratégico, pero muchas veces lo estuvieron haciendo con métodos anacrónicos, que no llevaron a resultados óptimos y conllevaron a la aparición de nuevas formas de gestión, de comunicación y organización.

Una nueva forma de hacer gestión:

El enfoque moderno de administración pública, ha desarrollado la denominada “Nueva teoría estratégica”, la cual no solamente busca el éxito organizacional y el logro de las metas institucionales, sino también algo mucho más importante: La satisfacción de las necesidades del ciudadano, como principal protagonista en la gestión pública.

Hasta hace unos pocos años, la forma en cómo se hace gestión en las entidades públicas estuvo dominada por el enfoque de la administración. En el Perú, por muchos años se tomaron como modelos casos de “Empresas exitosas”, con el fin de replicar los mismos resultados. Sin embargo, esta fórmula no funcionó debido a que todas estas empresas e instituciones públicas se desenvolvían en entornos distintos, mantenían un diferente público objetivo y en la mayoría de casos sus directivos poseían diferentes maneras de pensar.

Sin embargo la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos, no se mantuvo al margen, todo lo contrario, aplicó este nuevo enfoque de gestión (nueva teoría estratégica), al asumir claramente que los viejos paradigmas de la administración clásica no se corresponden con sus nuevos perfiles, es decir la búsqueda de la mejora continua y el perfeccionamiento de los servicios que ofrece, pasando a ser una organización dinámica, que ha adoptado nuevos procesos de información y comunicación, así como la utilización de la tecnología más moderna disponible.

Es importante señalar, además, que el factor humano ha adquirido un importante peso para el desarrollo de la entidad, no sólo por sus conocimientos, habilidades, experiencias, sino por su condición de generador y transmisor de la imagen organizacional, constituyendo un importante activo intangible.

Consecuentemente la entidad desarrolló un nuevo servicio, pensado en ayudar a la recuperación económica del país y facilitar el emprendimiento.

La normativa peruana hoy en día, señala muchas leyes destinadas a combatir la informalidad laboral y fomentar el emprendimiento. Y desde el 14 de diciembre del 2020 la SUNARP, en su enfoque al ciudadano puso a disposición la alternativa de constituir la Sociedad por Acciones Cerradas Simplificadas “SACS”.

Esta nueva herramienta constituye un salto cualitativo que ha reconfigurado y evolucionado la manera de hacer empresa, surgiendo con el fin de constituir una alternativa de formalización de actividades económicas por parte de las personas naturales, impulsando el desarrollo y fomentando la producción de la micro y mediana empresa.

Desde el punto de vista del derecho, las SACS están regidas por el decreto legislativo No 1049, que entró en vigencia el 13 de septiembre del año 2018, siendo su reglamento aprobado por decreto supremo No 312-2019-EF del 01 de octubre del 2019.

Con ello la Superintendencia Nacional de los Registros Públicos busca promover la formalización de todo aquel individuo que realiza actividad comercial.

Las principales características que tiene este nuevo régimen societario son:

El trámite se realiza de manera virtual, para lo cual el ciudadano debe de ingresar a la página web del sistema de intermediación digital de la SUNARP (SID SUNARP), módulo SACS, dentro del cual deberá de crearse una cuenta. Adicionalmente deberá abonar una tasa de aproximadamente S/. 18.70 soles, completar los datos que le piden los formularios digitales.

Las SACS se constituyen por personas naturales, teniendo un mínimo de 02, y un máximo de 20.

Sólo permite aportes de dinero o de bienes muebles no registrables (Entendiéndose como tales a todos aquellos bienes que no se inscriban en el registro tales como computadoras, mesas, etc.).

No se requiere la participación de un notario, debido a que las SACS, se constituyen por un documento privado con firma digital.