Por: Dany La Torre

La integración cultural en Latinoamérica ha crecido en los últimos años. Particularmente, las naciones de Chile y Perú han demostrado tener un crecimiento colaborativo a través de importantes sectores como turismo. El embajador de Chile, Oscar Fuentess, sostiene que un tercio del turismo total del país. Además, explicó que las inversiones de capitales chilenos también crecieron en sectores como energía, construcción, innovación, entre otros. Por el contrario, explicó que muchos ciudadanos peruanos también han preferido relacionarse con la cultura chilena, llegando a registrar la migración de alrededor de 300 mil peruanos en el país vecino.

¿Cómo percibe usted las relaciones diplomáticas en Latinoamérica?

Este es un año muy particular, la gran mayoría de los países estamos conmemorando 200 años de relaciones diplomáticas. No solamente Chile y Perú, sino con otros países vecinos. Es un año muy especial porque este hito histórico demuestra que es necesario darle el relieve y la significancia que tiene. Para nosotros en particular, vamos a poder conmemorar estos 200 años a fines de noviembre en Santiago, en el marco del gabinete binacional que se va a desarrollar. Esperamos que el presidente Castillo y su gabinete puedan visitar Chile. La última reunión fue en Paracas en el año 2019 y siempre se alterna. Un año en un país y al año en otro. Ese va a ser el momento para conmemorar este bicentenario de relaciones entre ambos países, eso nos pone muy contentos. Nos exige dar una mirada de mediano y largo plazo sobre qué queremos hacer entre los dos. Creo que en ese escenario de pos pandemia que se nos presenta, es clave, más que nunca, caminar y trabajar juntos.

¿Considera usted que la mayor parte de naciones latinoamericanas tienen esa misma ruta?

Si, obviamente hay diferencias políticas entre los gobiernos, pero yo creo que el ánimo uno lo ve y lo palpa, sobre todo después de esta dura pandemia. Ese ánimo es de salir todos juntos de esta pandemia, porque junto con la llegada de la pandemia, se produjeron problemas económicos en nuestros países que afectan a nuestra población, sobre todo a los más desposeídos. Creo que es el momento de poner foco en esta gente para ayudarlos.

¿Cuál es el panorama actual entre las relaciones diplomáticas entre Chile y Perú?, ¿qué retos esperan afrontar en los próximos años?

Yo creo que tenemos un inmenso futuro por delante. Por ejemplo, hoy en Chile viven 300 mil peruanos que ya están plenamente inmersos en la sociedad chilena y son parte de ella. La cocina peruana es parte de la dieta normal de los chilenos hoy en día. Solamente en Santiago, hay más de 400 restaurantes de comida peruana y a su vez, como contrapartida, si bien la colectividad chilena en el Perú es mucho más pequeña, nuestro gran aporte va por el lado del turismo. En pre pandemia, de 4 500 000 de turistas que visitaron el Perú, más de 1 200 000 eran chilenos. Es decir, más o menos un tercio del turismo total del Perú, está compuesto por el turismo chileno. Esas son las idas y vueltas de una relación sólida y madura. La inversión chilena en el Perú es de más o menos 20 mil millones de dólares hoy en día. Las empresas grandes que llegaron hace 20 años de retail, siguen en Perú y han seguido llegando otras. Hoy en día, tenemos participación en sectores como energía, construcción, innovación, entre otros. Hay más de 400 empresas de capitales chilenos instalados hoy en territorio peruano. El interés de los chilenos sigue, continúan preguntando porque quieren venir para acá.

¿Esta perspectiva favorable continuará en el tiempo?, ¿cómo percibe este crecimiento?

Ha sido un crecimiento notable y muy positivo. Estas muestras de cómo nuestras poblaciones que migran de un lado para el otro y se insertan en esa sociedad, así como el tema que te comenté de la comida peruana o la demanda de turismo chileno por venir a Perú, son ejemplos culturales muy fuertes de ello. Siempre venían a Lima, a las playas de Máncora, al Cuzco y Arequipa, pero ahora hay chilenos que conocen todo eso y empiezan a mirar más allá. Ahora les interesa la Amazonía. Entonces es un cuento que no termina nunca, hay un interés permanente. El chileno se siente cómodo en Perú.

Es curioso como ahora se entrelazan las relaciones culturales entre Chile y Perú, sobre todo después de situaciones tan complicadas como la guerra del Pacífico, ¿Cómo se han superado los odios del pasado y se ha dado este proceso tan favorable que hoy nos explica?

Esto está evolucionando, obviamente son procesos lentos y graduales, no es fácil que la gente olvide la historia común, los dramas que han sucedido. Creo que hay que respetar los dramas, pero creo que las generaciones jóvenes de nuestros dos países van a contribuir a este nuevo futuro que se nos presenta. Son generaciones que no tienen los prejuicios del pasado, tienen un chip distinto y han nacido y les ha tocado vivir en un mundo tan distinto, un mundo totalmente interconectado que permite que ambos países se miren de frente, nos hablemos de frente y nos conozcamos más. Todas esas cosas nos ayudan muchísimo. Yo creo que las desconfianzas del pasado, van a ir quedando atrás de a pocos. Los países están en una dinámica de movimiento. Se está consolidando una relación mucho más rica y todo eso a la larga, de a poco, van desapareciendo prejuicios.

¿Mediante qué nuevos ejes se puede prever un crecimiento entre ambas naciones?

De partida, en ese escenario post pandémico que se nos presenta, tenemos que buscar que las economías puedan motorizarse rápidamente. Nuestras poblaciones no deben seguir sufriendo como lo hicieron durante la pandemia. Somos países que tenemos costas al Pacífico, por lo tanto, aunque ya lo tenemos y somos socios en los Acuerdos Comerciales del Perú (Apec), quizás todavía podemos mejorar aún más en nuestros mercados al Asia-Pacífico. Tenemos un sinfín de retos. En el área lateral, creo que con el Perú tenemos miradas comunes y notables en temas multilaterales. Algunos de ellos están en temas de derechos humanos, paz mundial, Estado de derecho, entre otros, compartimos muchos valores comunes. Hay que superar la pobreza, los países vamos evolucionando, pero en nuestras realidades latinoamericanas las brechas se alejan mucho y eso hay que cuidarlo.

Por otro lado, la coyuntura política parece ser muy voluble en Latinoamérica, en Chile, particularmente, donde rechazaron la nueva propuesta de Constitución, ¿cuál es el nuevo rumbo político de Chile?

La demanda en Chile por una nueva Constitución no es una demanda exclusiva de la izquierda, es una demanda de una gran mayoría de los chilenos. Hace dos años, casi el 80% de la sociedad chilena dijo que quiere una nueva Constitución, lo que ha sucedido ahora último, significa que los chilenos quieren un cambio, pero no cualquier cambio. Ahora la clase política chilena tiene que buscar un nuevo derrotero, una nueva hoja de ruta que pueda lograr un texto constitucional que sea validado por al menos un 70% a 75% de la población para que sea realmente legítimo y pueda proyectarse en por lo menos 30 años más. Creo que ese es el espíritu, cuando una sociedad se da cuenta que la Constitución que tiene ha quedado en el pasado y es momento de buscar reformas y cambios, pero es algo que cada país tiene que evaluar en sí mismo. Tienen que verse los momentos apropiados de cuando avanzar con un tema como este, que es tan profundo y de fondo. Chile está en el trance de buscar el mejor texto constitucional posible. Un texto que una y no divida. Un texto tiene que unir el país. Son caminos con debate y con respeto se va a lograr.

De otro lado, ¿qué actividades va a realizar usted en la ciudad blanca?

En Arequipa vinimos dos días básicamente para participar de la feria de Perumin y también la Feria Internacional del Libro (FIL), donde hay algunos escritores chilenos presentes. Además, como estoy recién llegado al Perú, la idea es presentarme ante las autoridades, Reunirme con el alcalde, el Obispo Auxiliar de Arequipa. Mañana en la mañana estaremos en la Cámara de Comercio de Arequipa, el rector de la Universidad Católica San Pablo, lo que quiero es estar con unas autoridades y presentarme.