Infraestructura educativa y retorno a clases
Por: Alfonso Garcés
Después de casi dos años de sobrevivir al covid-19 y de una prolongada virtualización de clases, hoy ya es una realidad el retorno a la presencialidad en las aulas escolares. Ello traerá múltiples beneficios a millones de niños porque podrán fortalecer sus habilidades sociales y tener un mejor aprendizaje. Todos queremos eso, pero la pregunta que surge es si, en todos los casos, el retorno a clases es realmente seguro.
Veamos algunos datos. De acuerdo con el Plan Nacional de Infraestructura Educativa al 2025, a nivel nacional, más de dos tercios de locales educativos tiene acceso inadecuado al agua y saneamiento y el 99,98% tienen problemas de calidad de estos servicios. Es decir, pese a que las escuelas estuvieron sin alumnos, no se realizaron las mejoras y reparaciones necesarias.
Entonces, ¿cómo es que los colegios públicos enfrentarán el covid-19 sin contar con agua? A inicios de la pandemia habíamos sugerido como parte del plan de reactivación económica que se aproveche la cuarentena (cuando era rígida) y la ausencia de alumnos en las aulas (cuando empezaron a reactivarse las actividades económicas) para que se dé un impulso fiscal importante para potenciar los colegios públicos. De haberse hecho en los sucesivos gobiernos, hoy podríamos hablar de un retorno seguro a clases. El problema de la falta de agua en los colegios públicos no viene con la pandemia, se agudiza con ella, debido a la altísima importancia que tiene como mecanismo preventivo del virus.
Así, podemos ver que en el 2019, 2020 y 2021 se alcanzó una ejecución de la inversión pública en educación de 68%, 55% y 72%, respectivamente, lo que equivale en conjunto a cerca de S/ 8,000 millones no gastados por diversas administraciones. Lamentablemente, esto cuesta caro y hoy el precio lo pagarán millones de niños que tendrán que ir a colegios públicos que no se encuentran en una situación mínimamente adecuada para aprender, sin que ellos o sus familias estén expuestos al potencial contagio del covid-19.
Se debe pasar del discurso a la acción. Para acelerar la mejora de la infraestructura educativa resulta indispensable utilizar mecanismos como las asociaciones público-privadas y las obras por impuestos, con proyectos empaquetados para la construcción, equipamiento, mejoramiento y/o mantenimiento de colegios, y así aprovechar las economías de escala, permitiendo al mismo tiempo generar empleo local, en la lógica de buscar una reactivación económica integral. Para ello, es necesario desde el MEF una mayor transferencia de capacidades a otros actores del sistema y desde ProInversión asumir un mayor compromiso en lo que es el sentido de su existencia: la efectiva promoción de la inversión.El Diario Oficial El Peruano no se solidariza necesariamente con las opiniones vertidas en esta sección. Los artículos firmados son responsabilidad de sus autores