Por: Carlos Meneses

“La seguridad de niños y jóvenes en edad escolar estará confiada ahora no solo a la Policía y a los municipios, sino a toda persona adulta que quiera proteger al futuro de la República”.

Poco a poco, y a nivel regional los profesores de colegios públicos y particulares se están reincorporando a labores que precederán el reinicio del año escolar 2022. En realidad, las labores que realizarán formalmente desde el 14 de marzo están destinadas a la matrícula de los alumnos y la adecuación de los locales, así como la vigilancia de las tareas que sean necesarias para dar seguridad a los pequeños y jóvenes.

Prácticamente están preparando que el 28 de marzo, en la mayoría de los planteles y mediante las modalidades de presencialidad o semi presencialidad y finalmente con el sistema virtual, puedan recibir clases los alumnos que estuvieron alejados de sus aulas durante los años 2020 y 2021.

Es de esperar que los maestros encuentren una colaboración visible y efectiva de los padres de familia, pues los requerimientos por satisfacerse son múltiples e inciden, sobre todo, en la parte económica.

Se estima que si el Estado quisiera poner en condiciones ideales los locales de educación inicial, primaria y secundaria de todo el país, se requeriría de tanto dinero como el equivalente al 50 por ciento del presupuesto fiscal del año 2022.

Los concejos municipales deben asumir también una tarea en este quehacer y estará relacionada, sin duda alguna, con el transporte mediante normas de seguridad que deberán cumplir no menos de mil 400 unidades y un concurso adicional en las horas de ingreso a clases de parte de las empresas afiliadas al SIT.

Todos deberemos cuidar de nuestros niños y jóvenes y muy especialmente los conductores de vehículos que deben tener un cuidado especial para no causar accidentes, teniendo en cuenta que los niños se han desacostumbrado a caminar solos por las calles y con un parque automotor que se ha incrementado casi al 25 por ciento más en menos de un año.