La lucha contra la corrupción
Por: Carlos Meneses
“La lucha contra la corrupción debe ser una meta por alcanzar para un pueblo que necesita reivindicarse ante la depredación que sufrió en años recientes”.
No son pocos los que han advertido entre los ciudadanos peruanos el riesgo de que la campaña contra la corrupción pudiera detenerse o verse dificultada por reformas que más parecieran haber sido concebidas en la mente de quienes querían protegerse de los desmanes que han sufrido las arcas públicas.
En el Congreso se han aprobado sospechosos dictámenes que limitan la acción de los fiscales y han puesto en tela de juicio la labor de quienes lideraron las acciones de control, como las investigaciones judiciales pertinentes que estaban a punto de llegar a procesos de sanción en el Poder Judicial.
Eso es parte de las maniobras finales de quienes fueron influenciados por grupos de poder económicos extranjeros, principalmente brasileños, y también de quienes secundaron esos viles propósitos siendo peruanos de nacimiento o empresarios pujantes de nuestra tierra.
La lucha contra la corrupción es tan necesaria como lo es la que estamos emprendiendo contra la inseguridad ciudadana.
La batalla debe ser contra las dos, con el propósito de mejorar las condiciones de vida de los peruanos, de reducir las brechas que nos separan. No debe haber tregua en el juzgamiento, todos esperamos que los acusados colaboren en que se haga justicia y se castigue a los que mal han actuado o actuaron en el pasado.
Dependerá en mucho de la actitud de un gobierno, como el del presidente Castillo que tiene que dar ejemplo de adecuado comportamiento después de las lecciones que ha recibido de parte de una ciudadanía que, en muchos casos, lamentó haberse equivocado en escogerlo para gobernar este país por 5 años.