Por: Matias Maciel

El tipo de cambio empezó la semana en 3.784 soles, por encima de los 3.73 soles en que había cerrado el viernes pasado. Esta suba en el tipo de cambio tiene tanto razones de índole local como provenientes desde el exterior.

En primer lugar, es muy difícil abstenerse de hacer referencia al conflicto bélico desatado la semana pasada en Europa del Este, entre Rusia y Ucrania. Esta guerra tiene y tendrá efectos sobre las principales variables financieras y económicas a escala mundial.

Y el Perú no puede ser la excepción. La posibilidad de que dicho conflicto se extienda a un tercer país (Bielorrusia) es un riesgo que en las últimas horas ha acentuado la aversión al riesgo de los inversionistas internacionales.

Asimismo, las subas observadas en las materias primas (oro) y cereales y/o granos (soya, trigo y maíz) son cada vez mayores y despiertan un mayor deseo por parte de los inversores internacionales de refugiarse en activos considerados de menor riesgo.

Esto genera una mayor cantidad de dinero huyendo al dólar estadounidense, lo cual hace que el tipo de cambio en el Perú muestre una tendencia alcista en los últimos días (aunque interrumpida en ciertos momentos).

Lo que suceda en el mencionado conflicto será la razón principal y la variable determinante de la evolución futura del tipo de cambio en el Perú.

Por otro lado, en las últimas horas en el país se ha enrarecido aún más el clima político. La oposición y el Gobierno continúan generando incertidumbre y dificultando la recuperación de los indicadores financieros y económicos en el país.

Si bien, y como hemos dicho en más de una oportunidad, el mercado ya ha tomado como “naturales” los distintos niveles de ruido y/o conflictos políticos en el país, en las últimas horas las vallas se siguen elevando y ahora el riesgo es de una nueva vacancia presidencial.

Esto, por las consecuencias que puede llegar a tener, no deja de ser un factor desestabilizante para el mercado, aunque cada vez menos relevantes en relación con otros factores que provienen desde el exterior.

Debemos seguir muy atentos a lo que suceda tanto dentro como fuera del país, ya que, como hemos visto, ambos tienen la capacidad de influenciar y condicionar la evolución futura del precio del dólar en el país.