El recuerdo de un terremoto
Por: Carlos Meneses
“Arequipa necesita repetir la experiencia de la Junta de Rehabilitación.”
El 13 de agosto de 1960 y a las 10.40 de la mañana un terremoto de grado 9 sacudió Arequipa causando destrozos y 60 muertos. Era el segundo ocurrido en los últimos años, pues en 1958 y el 15 de enero ocurrió el primero que dio motivo a que con el concurso de la representación parlamentaria por Arequipa el presidente de entonces, Manuel Prado Ugarteche, dio la ley que creó la Junta de Rehabilitación y Desarrollo de Arequipa (JRDA).
Nacía el organismo bajo la presidencia de Juan Bustamante de la Fuente, un abogado de genio fuerte y de extraordinario valor como arequipeño, que comenzó a preparar no solo la atención de la emergencia sino la creación de un organismo duradero que daría origen al gran desarrollo de Arequipa.
Desde entonces la región tuvo la suerte de estar en manos de extraordinarias personalidades que ni siquiera tenían sueldo y que eran o estaban dedicados al sector privado y procuraron solución a los problemas de vivienda, agua y desagüe, carretas, como la variante de Uchumayo y la vía a Yura, y finalmente a los parques Industrial y Artesanal y a las inversiones consiguientes y empleos suficientes en esta parte del país.
Fue la época de oro que se frustra cuando llega al poder el gobierno militar de Juan Velasco Alvarado que rescata para el sector público lo que estaba en manos de privados. Despoja de autonomía a la JRDA y convierte en responsables del organismo a los comandantes generales de la región militar.
Solo la agricultura se salvó del mal, convenciendo al jefe del Estado de la conveniencia de no tocar el minifundio arequipeño y procurar que los propietarios de bienes en Puno convirtieran parte de los pagos que hizo el Estado en nuevas fábricas para Arequipa.
Esa experiencia es lo que quiere ahora repetir Arequipa en base a la Irrigación de Majes II y a la honestidad en la conducción de los destinos regionales.