Otra esperanza perdida
Por: Carlos Meneses
“Conseguir un mediador en la crisis política es como buscar una aguja en un pajar.”
En el Consejo de Estado se cifraron muchas esperanzas de encontrar al gran mediador en el conflicto político que viven los peruanos. Lamentablemente eso no ocurrió.
En el protagonismo del hecho jugó un papel importante la presidenta Boluarte, también el secretario ejecutivo, Max Hernández quien no ocultó sus inquietudes con respecto al futuro de una solución que utilizará la vía de los opinantes que conforman el Consejo.
Así que otra vez, el Perú se encuentra en la incómoda situación de no poder conseguir una mediación válida y aceptada por las dos partes en problemas para buscar consensos mínimos, que nos acerquen al final de una crisis que pareciera no tiene salida.
La verdad es que la intransigencia se puede encontrar en los dos lados y también el juego de intereses que han puesto a unos contra otros en posiciones irreconciliables y poco afectos al entendimiento.
En este momento solo hay dos oportunidades para encontrar que el diálogo sea posible sobre todo con la presencia del conjunto de religiones que no pueden tener ninguna opción en el juego de sacar partido del gobierno del Perú, pues que se sepa ninguna de ellas está buscando la Presidencia de la República, el control del parlamento o el poder que supone las nuevas elecciones.
Existe por cierto la posibilidad de que las provincias del Perú se unan para, también, participar en el empeño, al que se sumará la exigencia de que los abismos que separaron a Lima con el resto del país disminuyan en base al reconocimiento de que el Perú es un todo y que debe darse preferente atención a los más vulnerables que viven en los pueblos y no justamente en la capital.