EL CASO DE AREQUIPA – LOS GOBIERNOS REGIONALES “PASAN PIOLA” EN LA CRISIS ACTUAL
Por: Manuel Bedregal Salas. 2020. Revista Illustro. UCSP. “Gobierno Regional de Arequipa 2005-2018: Ejecución presupuestal y de proyectos de desarrollo y gestión de los sectores educación y salud. Un caso de gestión de gobierno subnacional en el Perú”
Si aceptamos que la protesta actual es producto de la insatisfacción de buena parte de la población por su mala calidad de vida -porque hay que esperar meses para una cita médica o intervención quirúrgica, o simplemente porque no existe una posta o porque hemos enterrado seres queridos por falta de un balón de oxígeno; o porque los accesos a muchos pueblos son un calvario ya que no se hicieron los caminos rurales prometidos o no se cuenta con señal de internet y los chicos no pueden estudiar; o porque no sale agua del caño o simplemente no hay caño; o porque robaron varios celulares en la puerta de la casa; o porque ir y venir del centro de trabajo o de estudios toma horas en un sistema de transporte incómodo e inseguro; o porque, en vez de alentar, el Estado pone trabas absurdas al emprendimiento, corrupción incluida, y porque etc. etc.- entonces, empezamos a conocernos y a entendernos mejor. Obviamente la señora Dina Boluarte -primera presidenta constitucional- no es responsable de tanta desgracia que, más bien, es herencia histórica de siglos de olvido de nuestros hermanos del ande y, más recientemente, del fracaso del populismo y sus ofrecimientos incumplidos y de la incapacidad y corrupción estatal impune ante la falta de un sistema de rendición de cuentas a la ciudadanía. Lo que sí está muy claro es que uno de los principales responsables son los gobiernos regionales creados en el 2003. Nos referiremos a continuación, al fracaso del Gobierno Regional de Arequipa (GRA). De los cinco períodos del GRA, el primero fue aprista, con un plan de gobierno digno de la pluma de Mao o el Che en el cual se lee, respecto a los esfuerzos descentralistas anteriores: “…por privilegiar el capitalismo salvaje, en contra del interés nacional en un afán insano y servil, fue resquebrajado y destruido, convirtiéndose en una caja de resonancia del poder central. En el decenio pasado fue utilizado con fines asistenciales y de privilegio para favorecer intereses mezquinos y destruir la moral de las mujeres y hombres humildes de la ciudad y del campo” (sic). Los cuatro siguientes han estado en manos de la izquierda, tres sobre la base del movimiento regional: “Arequipa Tradición y futuro” y el último en manos del arquitecto Cáceres Llica -hoy preso- parte de una izquierda improvisada, incompetente y corrupta. Los resultados de 20 años de existencia del GRA son pésimos. Los recursos para inversión se multiplicaron, pero no se usaron en su integridad o se ejecutaron mal. Los proyectos estratégicos están paralizados o inconclusos. Solo uno, el denominado “Puente Chilina”, está terminado en su primera etapa por la intervención del sector privado bajo el sistema de Obras por impuestos. “El proceso de regionalización en Arequipa a través de la creación del gobierno regional no ha significado una mejora en la gestión de los recursos asignados para el desarrollo económico, por el contrario, ha ocasionado su desperdicio … y la paralización de los principales proyectos de desarrollo, tampoco ha propiciado un avance en la cobertura y calidad de los servicios básicos de educación y salud, evidenciándose un traslado de estudiantes y pacientes hacia el sector privado. El GRA siempre contó con proyectos viables vigentes y con financiamiento para ejecutarlos, sin embargo, su gestión no fue efectiva” (*) Otro sería el sentir de los arequipeños si tuviéramos las 38 mil hectáreas nuevas del proyecto Majes Siguas II en fase de inversión o en producción -como debería ser- y dando pase a la construcción de las hidroeléctricas de Lluta y Lluclla. Con la ampliación del hospital Goyeneche y los hospitales del cono norte, Maritza Campos, así como los de Camaná, Chala y Cotahuasi, implementados y en operación. Las carreteras y obras viales: Arequipa-La Joya, Cono Norte, Vizcachani-Sibayo, Lluta–Huambo, entre otras, están concluidas. Con mejor infraestructura escolar no como hoy en día en que, según el MINEDU, sólo un tercio de escuelas está en buen estado y muchas ni siquiera cuentan con servicios básicos. Existen los recursos generados por un modelo de economía social de mercado en una región pujante. Los empresarios de todo tamaño han hecho su trabajo generando empleo y recursos para el Estado, en particular para el gobierno regional que ha sido incapaz de convertir el dinero recaudado en bienes públicos y bienestar. Mientras, la retórica de los grupos radicales encuentra terreno fértil en el descontento popular. Gran responsabilidad de esta instancia de gobierno que está cerca de las necesidades de la población. Esperemos que las nuevas autoridades hagan un mejor trabajo.