— Redacción Diario El Pueblo —

El alcalde provincial de Castilla, Renzo Pastor Alatrista, se siente atado de manos. Las provincias cuyas economías se sustentan en el agro y turismo ya sufren las consecuencias de las protestas, del bloqueo de las vías que impiden el normal tránsito.

ALCALDE DE CASTILLA, RENZO PASTOR

La autoridad edil indicó que no pueden ejecutar proyectos que permitan iniciarla reactivación de la economía local porque no llegan los materiales que necesitan para iniciar los trabajos, por ejemplo, de limpieza de canales.

El problema es complejo y la solución no llega con prontitud. Castilla es una provincia dedicada en un 70 por ciento a la agricultura y en un porcentaje menor al turismo.

Pastor Alatrista explicó que las visitas de los turistas, que en los meses de enero y febrero era fluida por los atractivos naturales y la gastronomía, se han reducido en este año en un 80 por ciento y lo mismo ha ocurrido con la agricultura.

La cadena económica está detenida. En el sector turismo no solo participan los operadores turísticos, entiéndase hoteles, restaurantes y agencias de viaje sino toda clase de comercio alrededor de este, que no lleguen turistas significa menos ingresos y más desempleo.

Una situación similar sucede con la agricultura. Las cosechas se ven perjudicadas, porque al no tener los hombres del campo cómo sacar sus productos, porque las pistas están bloqueadas no contratan personal para la cosecha y prefieren dejar el producto se pudra en los campos.

“Lo mismo ocurre con la cadena de la leche al no tener como sacarla de los establos la botan o la venden a precios irrisorios. La consecuencia es más gente que no tiene trabajo, tampoco dinero para satisfacer sus necesidades”, subrayó el burgomaestre de Castilla.

AGRICULTURA, UN SECTOR GOLPEADO

Pero eso no es todo, la agricultura ha sido seriamente golpeada, los agricultores se han visto obligados a reducir el terreno cultivado porque los fertilizantes alcanzaron precios exorbitantes. A este escenario se le debe agregar la ausencia de lluvias.

Una posibilidad para revertir el escenario actual y reactivar la economía local es ejecutar obras para dar trabajo a los que ahora están desocupados y con el dinero que se les pague mover la economía que haya consumo interno.

Sin embargo, Pastor Alatrista, tampoco puede hacerlo porque los materiales para esas obras deben traerse desde Arequipa y no hay cómo trasladarlos. Es decir, nada entra, nada , bloqueando todo intento de reactivar la economía y las medidas que pretende tomar el gobierno central para mover la economía nacional son a largo plazo.

El economista Jorge González Izquierdo explicó que el Perú tiene cuatro motores para el crecimiento de su economía. El consumo interno es uno de esos elementos, al que se le suma el gasto público, la inversión privada y las exportaciones. Sin embargo, estos motores no están sincronizados ni trabajan a plenitud.

Si solo se depende del consumo interno y del gasto público, la recuperación económica es lenta y débil porque el consumo está supeditado a que haya dinero en manos de los ciudadanos y el gasto público se financia con el pago de impuestos.

BUSCANDO UNA SALIDA

Para tratar de encontrar una solución a este callejón sin salida, el burgomaestre Pastor Alatrista, solicitó una audiencia con el gobernador regional, Rohel Sánchez Sánchez para buscar cómo salir de este entrampamiento.

La autoridad edil señaló que es muy pronto para cuantificar las pérdidas económicas que las protestas ocasionan en Castilla, pero sí sostuvo que en años anteriores y en la misma época estacional previos a la pandemia y a la convulsión social, el sector gastronómico y hotelero, generaba entre uno a dos millones de soles.