La esperanza del lunes
Por: Carlos Meneses
“La crisis política tiene que ser superada por los peruanos de buena voluntad que no quieren más muertos ni daños para su país”.
Mañana lunes, el Congreso de la República tendrá un pleno que todo el Perú espera signifique el fin del largo enfrentamiento manchado con la sangre de 50 peruanos y de 400 heridos, cuyo arreglo está supeditado a un adelanto de elecciones que se frustró en la noche del viernes.
Dependerá de la decisión que se adopte, mañana, el fin de un conflicto que ha tenido un costo muy alto para la República, provocado hostilidad no solo entre peruanos sino con ciudadanos y gobernantes de otros países que responden a posiciones económicas y políticas que ahora pugnan por controlar el país en que vivimos.
Como buenos creyentes tenemos fe en que Dios ilumine a quienes se reúnan en la mañana del primer día útil de la semana para superar los inconvenientes surgidos, en la madrugada del sábado, que con habilidad sorteó el presidente del Congreso, José Williams, al anunciar que a la espera del tratamiento de reconsideración del resultado alcanzado dejó que el tiempo y la oportunidad sirvan para la tarea de reencontrarse en los planteamientos esgrimidos.
Esta decisión es básicamente del Congreso de la República y de quienes están en él, por elección, tiempo determinado y con facultades suficientes. Sabemos que hay pareceres distintos para resolver la convulsión social, también conocemos que el precio que estamos pagando por las diferencias de criterio es demasiado alto para un país que necesita fortalecer su desarrollo, superar contingencias derivadas de la pandemia y una guerra internacional que ha provocado desempleo y requiere de superar abismos existentes entre la capital y las regiones.