Nos duele lo de Colombia
Por: Carlos Meneses
“Gustavo Petro se equivoca al comportarse como lo hace con lengua ligera sobre problemas peruanos”.
A los peruanos nos apena la actitud y el decir de Gustavo Petro, pues nuestras relaciones con Colombia no debieron enturbiarse como ahora ocurre y menos que el gobernante de ese país se refiera a nuestras Fuerzas Armadas comparándonos con los nazis, por una estrategia policial cuyo fruto fue desanimar a los violentistas que destrozaban Lima.
No sólo por años sino por décadas entre peruanos y colombianos hubo siempre buenas relaciones. Cuando estas se interrumpieron lo fueron por problemas limítrofes que se resolvieron de la mejor forma posible entre dos naciones que tienen fronteras grandes, intercambios frecuentes y afanes de progreso comunes y exitosos.
Nos incomoda que tampoco podamos responder como bien merecería el equivocado mandatario del país vecino, pues queremos y tenemos la obligación de que las relaciones con países conectados con el nuestro sean cómodas y no perturbadas por un decir que corresponde a ignorancia de realidades.
Distinto es el caso del lejano México o de una Venezuela que vive pesadilla y que hemos recibido con hospitalidad a millón y medio de refugiados, pero no podemos negar que resulta indeseable la actitud colombiana, como la de la vecina Bolivia y la ligera lengua de Gabriel Boric de Chile.
El Perú arreglará sus problemas internos de alguna manera y por decisión de los peruanos, pero las heridas que nos causan los equivocados no podemos perdonarlas fácilmente. Por eso preferimos, ahora, ignorar palabras lesionantes y limitarnos a rechazarlas con el procedimiento habitual de una Cancillería que evidencia dignidad para poner las cosas en su lugar.