— Redacción Diario El Pueblo —

Se ha producido una curiosa coincidencia en el parecer de los parlamentarios de derecha que aseguran que no adelantarán elecciones, decisión que corresponde al Congreso por respeto a forma constitucional que establece que su mandato es de 5 años y con aquellos que simplemente no quieren irse del parlamento porque tiene obligaciones económicas personales que derivaron del sueldo que deben percibir hasta el 2026.

Esta posición común a unos y otros fue tenida en cuenta por Keiko Fujimori cuando reveló que al interior de su grupo político se produjo un conflicto entre su aparente vocación de cumplir con la ley y la de satisfacer apetitos de parlamentarios electos.

Fujimori, quien ha reiterado que no será candidata en próximo proceso, sostiene que primaron en su decisión final de no postular los intereses patrios sobre los personales.

Pero, sorpresivamente, ha encontrado oposición en sus seguidores que siguen teniendo problemas por saldar con deudas contraídas o con lealtades que no discuten el liderazgo de Keiko en el fujimorismo, pero sí las razones que ha expuesto para no postular.

Además, la candidata está más preocupada por factores de salud de su padre que obligaron acudir a una emergencia de la Seguridad Social, cercana al lugar de su reclusión, para estabilizarlo.

“Mi padre y mis hijas son la razón de mi vivir”, expresó después de recordar que está viviendo separada de su esposo Mark.

Lo cierto es que, puesta en el dilema, la Señora Fujimori, definitivamente, no postulará en un proceso electoral inmediato al término de la gestión que ganó Pedro Castillo por un margen de 48 mil votos y que ella sigue creyendo que hubo manipulación en el conteo final de votos.

“Keiko Fujimori no será candidata en una próxima elección para comicios complementarios o adelanto de los mismos”.