Por: María del Mar Vélez

Se dice que el año de la transformación digital fue el 2020, también fue la temporada donde se inició la pandemia del Covid-19. Si bien años atrás empezaba a venir la ola tecnológica, nunca fue prevista como la vivimos. Negocios tradicionales fueron obligados a transformarse, nació el teletrabajo y surgió el crecimiento del e-commerce.

El auge de la tecnología está cambiando todas las industrias, y con ello el perfil del trabajador que estas necesitan. Según un estudio llevado a cabo por el Foro Económico Mundial, aproximadamente el 65% de los estudiantes de primaria tendrán un trabajo que hoy en día no existe.

La educación actual es estática, poco ágil y antigua pues no refleja los requerimientos de habilidades que tienen las empresas hoy en día: necesitamos estudiantes creativos que sepan cuestionar y analizar, que utilicen todas las herramientas a su disposición y sepan formar una opinión propia.

La programación y la ciencia de la computación buscan desarrollar estas habilidades. Se enfocan en el análisis, cuestionamiento y resolución de problemas de manera creativa. Además, aprenden a crear tecnología, lejos de solo utilizarla y consumirla. Sabemos que el desarrollo de estas habilidades es crucial para la actualidad, entonces: ¿por qué no se ha actualizado la malla curricular nacional para reflejar esta necesidad? ¿Vamos a seguir preparando a estudiantes para una era que ya no existe?

Por ese motivo, históricamente, la industria educativa ha sido una de las más difíciles de cambiar y de evolucionar, ya que hay muchos grupos de interés involucrados y es difícil que todos se alineen para lograr cambios. Se dice que menos del 10% de colegios en el mundo enseñan programación y que menos de 1% de estos lo hacen en Latinoamérica. Nosotros como padres y madres de familia debemos de exigir a los educadores de nuestros hijos e hijas y a las entidades involucradas que puedan velar permanentemente por la actualización e innovación de lo que se enseña en el aula y cómo se enseña.

Alguna vez han preguntado en el colegio de sus hijos, ¿qué se enseña en la clase de “tecnología”? Es necesario actualizar el currículo para que los estudiantes escolares no solo puedan aprender las habilidades que son necesarias en este contexto, sino también para que puedan conectar sus conocimientos de diferentes materias y tengan un desarrollo más integral.

El desarrollo del pensamiento computacional, el análisis, la creatividad, el trabajo en equipo, la interconexión de materias para generar estudiantes ágiles, y la programación, son habilidades cruciales en cualquier ámbito; no solo de trabajo, sino también social y debemos de asegurarnos que nuestros hijos e hijas van a tener estas habilidades al salir del colegio. Como padres, cuestionemos y exijamos, ya que el futuro de nuestros hijos está en juego.