Sobrino intenta desalojar irregularmente a sus tíos de 65 y 85 años
Varón habría sido favorecido gracias a su trabajo en el Poder Judicial
–Por: Danna Felipe Benegas–
Entre lágrimas, la abuelita Angelica Pineda Ortiz (65) pidió a la Policía que no la desalojaran de su vivienda, ubicada en el asentamiento humano Malecón Buena Vista del distrito de Alto Selva Alegre, donde vive junto su esposo Melecio (85), quien está delicado de salud. Esta medida se toma, debido a que su sobrino Eloy Ortiz Laquise habría logrado, gracias a su trabajo en el Poder Judicial de Arequipa, la adjudicación total del inmueble.
En el 2013, inició la repartición de terrenos tras la muerte del hermano de Melecio, cuya parte de la casa fue heredada por sus ocho hijos, entre ellos Eloy, quien, previo acuerdo con sus hermanos, se quedó con toda esta. “Lo hicieron para obligarnos a vender, ya que por separado no conseguirían nada”, explicó Angelica.
Años después, la pareja cansada de tantas disputas firma un acuerdo con su sobrino, en el que le venden el 7.20 % de su terreno que estaba siendo ocupado por él. Eloy lo uso para solicitar ante el Sexto Juzgado Civil la adjudicación total de la vivienda, lo que terminó pasando, sin embargo, la disposición nunca fue notificada a los ancianos.
Al enterarse de esta, Angelica presenta el documento mencionado, pero la juez a cargo Patricia Franco Valdivia no lo consideró. Por ello, la familia cree que, debido a su trabajo como asistente de la Segunda Sala Penal de Apelaciones, Ortiz Laquise fue “favorecido”, sumándole el rechazo de todas las apelaciones.
Tras ello, informan a la pareja que en el Banco de la Nación ya están los 54 mil dólares por los 200 metros que les correspondía. Cabe mencionar que, junto a ellos también fue informada Victoria Granda Ortiz, quien si recogió la suma de 16 mil. “¿De dónde saco tanto dinero?, él (Laquise) nos dijo que ganaba 2 mil 500 soles, aunque se haya prestado, todo es muy raro”, dijo el hijo de Angelica, Humberto Ortiz.
Esta mañana, con el apoyo de sus familiares y algunos vecinos de la zona, impidieron el desalojo. Empero, Pineda Ortiz está preocupada, “Llevamos años luchando, no tenemos a donde ir. Mi esposo está enfermo, tiene diabetes a causa de ello no mira ni oye bien. Nunca pensé que mi sobrino llegaría a tanto, nos amenazó, nos dijo que traería a 100 matones, si no nos íbamos”, expresó al borde del llanto.
Aquí no hay corrupción, es un proceso de más de 20 años, el tema ya fue investigado, todo es legal
«Los abuelitos» ya no viven en esa casa ya se mudaron tomaron el dinero se compraron una movilidad escolar una camioneta y ya viven en otra casa, ahora solo están atrincherados «contratados» para no entregar el predio
Los hijos de «los abuelitos» de manera delincuencial atacaron la casa vecina dónde vive el sobrino, en dicha casa vienen muchos niños, ancianos y bebés además de ostigar, insultar constantemente a la familia del sobrino
Entonces cuando hablemos de una historia se tiene que escuchar las 2 partes y no solo victimizar una por ser «ancianitos» ni satanizar a otros por trabajar en poder judicial.