La lechería arequipeña
Por: Carlos Meneses
“Las soluciones no deben de ser solamente técnicas y económicas para quienes están en este negocio sin olvidar proteger la calidad alimenticia de lo que reciben los niños y adultos peruanos. En todo caso esa solución no puede desconocer que parte del trato es proteger las bondades de la ganadería y también lo que se entregue al consumidor final”.
La ganadería arequipeña, específicamente la lechería empezó a cobrar presencia y a compartir la con la fama de nuestros agricultores cuando en Arequipa apareció la leche evaporada envasada en latas.
Se asegura que en su mejor momento llegaron a ser 400 mil los productores del sur que producían más de un millón de litros diarios de un alimento de calidad que empezó a venderse dentro y fuera del país.
Dos grandes fábricas eran compradores, lo siguen siendo ahora de un producto que tiene calidades reconocidas y bondades probadas. La etiqueta azul de Gloria conoció de presencia norteamericana y suiza, antes de convertirse en un pujante grupo empresarial que diversificó su quehacer con una pareja de hermanos que del transporte pasaron a convertirse en lecheros, Vito y Jorge Rodríguez forman parte de la historia del desarrollo ganadero y empresarial del sur.
Hoy día se asegura que la lechería está en crisis que se debe a error de precisiones en lo que significa el uso de la leche en polvo, que procede de mercados extranjeros siendo este un factor determinante de la producción lechera nacional.
En Arequipa, los productores insisten en que reciben una remuneración baja por el producto que entregan y el porcentaje de leche en polvo importada termina por lesionar los intereses del mercado productivo peruano.
Los agricultores han llegado junto con los ganaderos a nivel de desesperación que obliga al gobierno a buscar soluciones entre lo que se ha dado en llamar leche concentrada que sería la leche mezclada con leche en polvo y la leche evaporada tradicional que es leche fresca con mínima cantidad de agua.