Reinicio de clases y la labor de los maestros maravillosos
— Redacción Diario El Pueblo —

Por: Juan Manuel Zevallos R. – Magister en Salud Mental del Niño, Adolescente y Familia

Luego de dos años de pandemia más de 4 millones de estudiantes regresaron a sus aulas de estudio esta semana. Poco más de dos millones se incorporarán progresivamente al sistema educativo nacional en las siguientes dos semanas.

HOY CONOCI EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA

El uso responsable de los tapabocas y el cumplimiento de los protocolos de distanciamiento en cada uno de los maestros y estudiantes es una evidencia del compromiso del sistema de educación ante la presencia aun amenazante de la COVID-19.

Hace dos años cada institución educativa contaba con maestros buenos preparados en el arte de la docencia y la psicopedagogía, maestros que en cada una de sus clases buscaban llenar los vacíos de conocimiento en las mentes de sus estudiantes, maestros buenos que buscaban en cada una de sus acciones generar no solamente sabiduría sino también disciplina y respeto en el proceso de construcción de una personalidad saludable.

Dos años después del inicio de la pandemia las cifras en morbilidad y mortalidad por el virus SARS CoV 2 son escalofriantes: 3.536.842 peruanos presentaron resultados positivos a las pruebas de detección del COVID 19 y 104.679 fueron reportados como fallecidos por la enfermedad; y en un escenario con tales características las aulas educativas no pueden estar lejanas a todo el escenario de dolor que ha vivido la población en general y de manera importante tantos hogares y estudiantes en nuestro país.

Las tasas de depresión, ansiedad, estrés agudo, estrés postraumático y perturbaciones del sueño y del apetito han aumentado entre un 40 y 60% en relación a las cifras pre pandemia; y los problemas de aprendizaje también han mostrado elevaciones significativas en estos últimos dos años.

Hoy nuestros estudiantes no duermen bien ni comen adecuadamente, muchos tienen su corazón emocional lleno de tristezas y penas contenidas, otros tantos son prisioneros de aquellos miedos y temores que ha generado el encierro y las pérdidas familiares y otros cientos o miles viven bajo la tiranía de la violencia y de la ciberadicción.

El escenario de la salud mental de los estudiantes del Perú merece ser abordado con responsabilidad, compromiso y abnegación no solamente por las autoridades que dictan las distintas políticas de educación y salud, también deben de ser contemplada y asistida por el mayor profesional de la historia: el maestro maravilloso.

Los estudiante de nuestra región y de todos los países no sólo requieren de aquellos maestros buenos pre pandemia que cobijaban en sus aulas la psicopedagogía y el conocimiento; hoy nuestro hijos necesitan la presencia en sus instituciones educativas de maestros maravillosos que los ayuden a curar aquellas heridas emocionales que ha causado la pandemia, maestros maravillosos que en estos primeros días de clase se sienten a conversar con cada uno de sus estudiantes y les pregunten ¿estás durmiendo bien?, ¿cuántas horas logras descansar de noche?, ¿te sientes cansado?, o que al observar los ojos llenos de melancolía de algún émulo de Paco Yunque no le haga pregunta alguna y solamente lo contemple y tal vez le dé un abrazo y le diga “estoy contigo, tienes mi apoyo y juntos vamos a enfrentar este dolor”.

Hoy nuestros maestros maravillosos se ponen de pie en cada aula y en cada institución educativa asumiendo con amor, abnegación y paciencia una responsabilidad irrenunciable como es la salud mental de sus estudiantes.

Sé que cada maestro también ha tenido pérdidas importantes en esta pandemia, sé que han sido una de las poblaciones que más han sufrido el embate de la enfermedad generada por el SARS CoV 2, y se también que cada uno de ustedes, maestros maravillosos, tiene inscrito en su corazón emocional la valentía y la empatía para dar lo mejor de sí a sus estudiantes.

Y hoy veo a cada maestro maravilloso de nuestro país reunido con sus alumnos hablándoles, como los grandes héroes, de sus penas y dolores y compartiéndoles aquellas estrategias que utilizaron para aliviarlas. Y veo a cada maestro maravilloso en talleres grupales enseñando a a sus estudiantes a enfrentar el duelo por aquel familiar que a partido y enseñando dinámicas lúdicas para enfrentar el miedo y el temor secundario al encierro y a le enfermedad del COVID-19.

DATO

Y creo que cada maestro maravilloso de nuestro país hoy abrazará emocionalmente a sus estudiantes y con la verdad en sus labios les dirán “eres valioso, eres importante y a pesar de las adversidades siempre tendrás las herramientas y capacidades necesarias para seguir siendo un triunfador”.
¡Yo creo en cada maestro maravilloso de nuestro país!

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