CRISIS FUE MAYOR EN PESCA Y CONSTRUCCIÓN

De acuerdo con el último Informe Técnico de Producción Nacional, del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI), la actividad económica disminuyó un 0.49% durante el periodo enero-mayo de 2023, con respecto al mismo periodo de 2022. Esto ocurrió principalmente por la aparición de fuertes precipitaciones en la costa norte y centro, así como en la zona central de la sierra, lo que afectó sus actividades productivas. 

Los sectores que presentaron las mayores disminuciones en su producción fueron pesca, con una caída del 15.6% frente al mismo periodo del año anterior, construcción (-10.6%) y telecomunicaciones y otros servicios de la información (-8.94%). Mientras que minería e hidrocarburos fue el sector con mayor crecimiento para el periodo, con un dinamismo del 8.2%. 

La disminución para el caso del sector pesquero se explica, principalmente, por el menor desembarque de especies de origen marítimo, que disminuyó un 18.1%, debido a una menor captura de peces para el consumo humano indirecto o de uso industrial. Esto se evidencia en una menor obtención de anchoveta, dado que presentó una disminución del 52.9% con respecto al mismo periodo de 2022, como consecuencia de los factores climatológicos desfavorables, más específicamente el incremento de la temperatura del mar, según el INEI.

Con respecto al sector construcción, se presentó un menor desempeño producto de una caída en la demanda interna de cemento, un 14.9% menos con respecto al mismo periodo del año anterior. La dinámica del sector fue influenciada por el desenvolvimiento de la ejecución de las obras públicas y privadas. Por un lado, la construcción de obras privadas fue afectada por los desastres naturales, que prácticamente las paralizó en el mes de mayo. Solo pudieron continuarse las obras que ya habían iniciado en meses anteriores. En el caso de las obras públicas, la promulgación de decretos supremos centrados en priorizar obras de reconstrucción en el país generó que ciertos proyectos tuvieran un incremento importante en su ejecución, mientras que otros fueron limitados. Los resultados acabaron siendo mixtos: mientras que en el Gobierno nacional y los Gobiernos regionales se registró un alza en el avance físico de obras (+54.1% y +5.9%, respectivamente), en los Gobiernos locales este se redujo (-16.3%). 

Por otro lado, el sector de telecomunicaciones y otros servicios de la información se vio afectado por una menor preferencia del servicio de telefonía, un 14.3% menos con respecto al mismo periodo del año anterior, producto del regreso a clases en la educación básica regular. También ocurrió una migración a planes más económicos y una mayor preferencia por comunicarse mediante aplicativos móviles, como WhatsApp, Messenger, etc. 

El sector de minería e hidrocarburos fue el que más creció durante los primeros cinco meses de 2023. Esto ocurrió por una mayor producción de cobre (+19.3%) y hierro (+18.2%), metales que representaron casi el 10% de aporte al subsector minero.

Por tanto, es importante ser conscientes de las consecuencias que han tenido los fenómenos climáticos en la producción nacional para implementar medidas de prevención y mitigación de desastres que impidan mayores afectaciones a los sectores más expuestos. 

De acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú (BCRP), la alta probabilidad de que coincidan tanto El Niño Costero como El Niño Global en verano de 2024, según el Estudio Nacional del Fenómeno de El Niño, generaría un efecto amplificador en el mal desempeño de algunos sectores productivos del país. A nivel sectorial, quizás el más sensible sea el sector pesquero, que presentaría una disponibilidad mucho menor de anchoveta —insumo importante para la elaboración de harina de pescado—, debido a su desplazamiento hacia el sur. El sector agropecuario también se vería afectado por mayores pérdidas de áreas de cultivo y siembras, producto del desborde de ríos, según el BCRP. 

En ese sentido, urge que las autoridades, más aún las regionales, ejecuten obras para mitigar los impactos de un eventual fenómeno climático como el que se espera. En el primer semestre del año, los Gobiernos regionales y las municipalidades no ejecutaron ni el 20% de su presupuesto asignado a la prevención de desastres. Esperemos que durante este mes y los siguientes pongan el pie en el acelerador.