Paola Bustamante Suárez – Directora de VIDENZA

Arequipa es una de las cinco regiones con menor prevalencia de desnutrición crónica infantil (DCI) en el Perú, con un 4.8% en el 2022, aunque lo deseable es que sea mucho menor, el ritmo de reducción es lento pero se mantiene.

Al respecto, la literatura es consistente al sostener que la DCI afecta significativamente el desarrollo intelectual y, por ende, el desempeño cognitivo de los más pequeños. Según Bagriansky, en el corto plazo, la DCI es fuente importante de la tasa de mortalidad infantil y el bajo desempeño escolar (2010).

La condición nutricional en etapas tempranas del desarrollo tiende a ser un determinante más importante para los niños en espacios más pobres o vulnerables o por lo menos en espacios con menores oportunidades (Campana y Monge, 2017).

Contar con una mejor plataforma nutricional facilita el proceso de adopción de aprendizajes y reduce las desigualdades cognitivas que podrían generarse por diferencias socioeconómicas iniciales (Campana y Monge, 2017).

Dicho esto, es importante compartir algunos de los resultados de la Evaluación Muestral de estudiantes 2022, (http://umc.minedu.gob.pe/resultadosem2022/), ya que en dicha evaluación se identifican los niveles de logro alcanzados, siendo que el nivel de logro “en inicio” representa que el estudiante logró aprendizajes elementales, respecto de lo esperado para el ciclo evaluado, en nivel de logro “en proceso” representa que el estudiante logró parcialmente los aprendizajes esperados para el ciclo evaluado y el nivel de logro “satisfactorio” representa que el estudiante logró los aprendizajes esperados para el ciclo evaluado.

Para el caso de Arequipa, el 50.7% de los escolares de 2° de primaria se encuentra en el nivel satisfactorio de comprensión lectora; y, en matemáticas, el 44% se encuentra en inicio y el 18.2% en un nivel satisfactorio. Aún habiendo espacio de mejora, los resultados de Arequipa son comparativamente satisfactorios. Es por ello, que es importante analizar las consecuencias de mantener la reducción sostenida de la DCI y tomar medidas para la reducción de la anemia, ya que se lamentablemente tres de cada diez niños menores de 36 meses tiene anemia y si esta situación no se revierte los impactos en su desarrollo cognitivo serán irreversibles.