Debido a la proliferación de mitos populares, la participación del género femenino en la minería ha sido históricamente reducida. De modo que, incluso al día de hoy, las mujeres representan solo un 6.5% del total de los trabajadores del sector minero. La desigual participación reduce las oportunidades a todo un género en un sector en auge, como lo es la minería. Ante esta situación se hace pertinente desmitificar la participación femenina en la minería. 

El sector minero está caracterizando por ser –mayoritariamente– masculino, razón por la que la participación femenina fue históricamente dejada de lado e incluso demeritada. Más aún, ante creencias populares que sostienen que debido a que la mina es femenina, una mujer no podía entrar a un socavón minero o traería mala suerte. Pensamientos anacrónicos que, tristemente, se han ido arrastrando generación tras generación y se reflejaron en la baja participación de las mujeres en el rubro de la explotación de los minerales. 

«Cualquier profesión puede ser desempeñada por un hombre o una mujer. No hay una barrera que diga que esto lo puedo hacer y esto no. (…) El sector minero brinda grandes oportunidades a las mujeres y no siempre implica acudir a una labor minera y someterse a sistemas de rotación. Hay labores ligadas que implican tener participación en tareas externas», sostuvo la vicepresidente de Sostenibilidad de Ausenco, Alexandra Almenara.

Un factor importante dentro de la minería es la seguridad. Lo que –según Alexandra Almenara– abre posibilidades para las mujeres, pues como género están caracterizadas por no asumir riesgos innecesarios y ser más cautas en las acciones que realizan. Acción que reflejándose en la minería potencialmente ayudaría a evitar accidentes. 

Un aspecto que también influye en la desigual participación es que gran porcentaje de mujeres elige no estudiar carreras ligadas a las ingenierías. Situación que actualmente viene cambiando y, se espera, pueda reflejarse a futuro. Cerrando las brechas de desigualdad que existen en el sector, por ejemplo en Ausenco hay cerca a 3 mil 500 trabajadores y, esta cifra, el 24% corresponde a mujeres. 

Para Almenara, ya es hora de romper estas brechas de desigualdad y abrir el paso a las mujeres en un sector con enorme potencialidad para todo un género. Por lo que solo es cuestión de que se siga trabajando.