Debido a las casi perpetuas carencias presupuestales, el sector Salud de Arequipa ha enfrentado desde siempre diversos retos; sin embargo, recientemente han salido a la luz serios cuestionamientos en torno a los titulares del sector. Ante una situación que pone en riesgo la atención médica de miles de arequipeños, el representante de la Defensoría del Pueblo en Arequipa, Ángel María Manrique, demandó al Gobierno Regional de Arequipa (GRA) una reforma del sector salud local. 

La Red de Salud Arequipa-Caylloma está a cargo de 147 centros de salud en nuestra región. No obstante, pese a las serias falencias y necesidades de dichos centros, la actual dirección –a cargo de Luis Enrique Flores Quibarra– solo ejecutó –hasta setiembre del 2023–el 19% del presupuesto asignado anualmente; mismo que ascendía a S/22 millones como monto total. La dirección dio prioridad a la adquisición de insumos y medicamentos, pero dejó en segundo plano la atención a problemas de infraestructura y el déficit de personal médico asistencial. 

Asimismo, recientemente la dirección del hospital regional Honorio Delgado también atravesó cuestionamientos. Pues la Federación Médica de Arequipa y los trabajadores administrativos afiliados a la Fenutssa cuestionaron la permanecía de Alexis Urday Huarilloclla en el cargo de director del nosocomio. Más aún, cuando el médico renunció hasta en dos oportunidades a su cargo, pero desde el Gobierno Regional de Arequipa (GRA) no se aceptó dicha dimisión. 

«Advertimos que no hay los cuadros debidos para asumir estos cargos directivos. Nosotros –como Defensoría del Pueblo– siempre hemos referido que para atender los problemas de gestión se requieren equipos técnicos de primer nivel para enfrentar todos los problemas del sector. Pero ahí vemos que en Salud no hay los equipos técnicos necesarios para enfrentarlos», sostuvo el representante de la Defensoría del Pueblo en Arequipa, Ángel María Manrique Linares. 

El responsable de la sede regional de la Defensoría cuestionó además que pese al tiempo transcurrido, el Gore Arequipa no efectúe ninguna acción eficiente para reactivar las obras paralizadas en el sector. Como se sabe, los centros de salud Maritza Campos (Arequipa), Chala (Caravelí), Cotahuasi (La Unión) y Camaná llevan años estancados y, en algunos casos, están judicializados. Razón por la que se desconoce a ciencia cierta cuándo podrían ser inaugurados.

«Hasta el momento la evaluación del sector Salud es negativa. No se tiene claro cuándo se culminarán los centros de salud mencionados, no hay una eficiente ejecución de los registros clínicos desde la principal Red Arequipa-Caylloma y a esto se suman los escándalos recientes, donde centros de salud realizan festividades –incluso con la presencia de autoridades–  en lugar de atender a la población», cuestionó Manrique Linares. 

Pese a la problemática que atraviesa el sector, aún no ocurre un punto de quiebre que dé pie al inicio de una nueva estrategia enfocada en el sector salud. Asimismo, el Gore Arequipa aún no determina cuál será el plan regional de fortalecimiento del primer nivel de atención ni cómo se mejorará la capacidad de ejecución de los recursos públicos. Menos aún, en qué mejorarán los servicios de salud en Arequipa durante esta gestión. Mientras no se determinen estas acciones, los principales perjudicados serán –como siempre– los pacientes.