Deplorable actitud del gobierno
Por: Carlos Meneses
Seguramente la propia presidenta de la República debió pensar dos veces en probar suerte para prestigiar su régimen con esta gira en la que se ha visto un propósito de enmienda tardío.
A diferencia de países como Chile, Argentina, México y Brasil, entre otros el gobierno del Perú optó por mantenerse al margen de auxiliar a los turistas nacionales que se encontraban en la zona de conflicto entre Israel y naciones árabes.
Al llegar a Alemania, la presidenta Boluarte sorprendió cuando anunció que el avión que la llevó al viejo continente sería enviado el viernes a Jordania lugar donde recogería a los connacionales para retornarlos a Lima. En el grupo hay 23 arequipeños que fueron sorprendidos, en su gira por los lugares santos, por la violencia desatada entre grupos armados de Gaza y de la nación judía.
Es necesario un esclarecimiento de verdades sobre el tema, sobre todo en el séquito presidencial de más de 30 personas y en una decisión inconsulta que ha sorprendido a muchos, suponemos que también se incluye a la propia Fuerza Aérea peruana que no dispone de aviones adecuados para jornadas intercontinentales como es el caso de cruzar miles de millas sobre el mar Atlántico.
En todo caso, los turistas nuestros se sienten abandonados por su gobierno y aparentemente también por su pueblo. Llama la atención este comportamiento que difícilmente podrá ser explicado a una ciudadanía que está sorprendida por el afán del gobierno de ganar prestigio internacional con las visitas previstas por la presidenta Boluarte.
La crisis entre árabes y judíos no es un problema pequeño y tampoco será de corto tiempo. Sus consecuencias preocupan por igual a las grandes potencias y a los países comprometidos por la presencia de conciudadanos en la zona donde hay miles de heridos y muertos.