Con punche de verdad y de todos
Por: Carlos Diez Canseco – Gerente general del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Enfrentamos una recesión pese a contar con un gran potencial de inversión privada, que con las medidas adecuadas podría revertir la tendencia hacía un crecimiento sostenible, que genere empleo formal y digno para muchos peruanos que hoy no encuentran la forma de sostener a sus familias.
El Ministro de Economía, luego de que una evaluadora de riesgo lo hiciera, acaba de admitir que estamos en recesión, lo que supone que la actividad productiva está decreciendo, por lo tanto habrá despidos y menos trabajo. Su propuesta es que un crédito fiscal podría cambiar esta tendencia.
No hay que ser un Nobel de Economía para entender que con el gasto e inversión pública no se sale de la recesión, a lo más saldrán los amigos de algunas autoridades. Lo que se necesita es promover inversión privada formal y sostenible, no hay otra, y esto requiere de ‘punche’, como reza el eslogan del gobierno, para atraerla lo más rápido posible.
Recientemente en PERUMIN se ha mostrado el potencial que tiene la industria minera peruana, que ha atraído empresarios, inversionistas, proveedores, comuneros y autoridades nacionales y extranjeras, y a muchísimos jóvenes, todos con la expectativa de involucrarse en una industria basada en nuestros recursos y capacidades, y que, gracias al imperativo cambio global de la matriz energética -necesario para controlar el cambio climático-, pone a nuestros productos mineros como estratégicos para el desenvolvimiento de las actividades industriales en todo el mundo, con lo que esto significa para los peruanos en términos de mejores precios, mayores utilidades y, por ende, mayor pago de impuestos, y si se dan nuevas inversiones, más trabajo formal y digno.
Necesitamos activar los motores de nuestra economía, y la industria minera es uno de estos motores que puede permitir revertir esta condición recesiva con la que vamos a enfrentar el Fenómeno del Niño. En PERUMIN se presentaron los proyectos mineros nacionales, y algunos de ellos podría comenzar mañana, pues tienen todas sus autorizaciones, para que su construcción y operación beneficie a las regiones y pobladores que los acogen, con la ventaja adicional de dar una señal de la decisión de ir adelante con estas inversiones que tienen que cumplir los más altos estándares, no solo técnicos, sino también sociales y ambientales.
Consideraciones semejantes se pueden hacer para la agroexportación, pesca y turismo, sectores donde también tenemos ventajas competitivas que pueden impulsar un crecimiento sostenido y sostenible, dinamizando a otros sectores y en general a nuestra deprimida actividad económica.
Consecuencia de activar estos motores o industrias básicas es la necesaria activación productiva de las industrias secundarias y terciarías, gracias al círculo virtuoso de los encadenamientos productivos. En el caso minero, las actividades productivas proveedoras representan ocho empleos formales y adecuados por cada empleo minero.
Está demostrado que tenemos los recursos y las capacidades para ofrecerles un país mejor a todos los peruanos. Ampliemos la visión y extendamos la campaña del gobierno de tal forma que podamos sumar esfuerzo todos, no solo el sector público, y con punche promovamos las inversiones para salir de la crisis a la que con alevosía y tremenda incapacidad nos indujo la administración de Castillo.