Por Jorge Turpo Rivas

El presidente ejecutivo del Grupo Gloria, destacó que las nuevas generaciones se deben enfocar en el trabajo con disciplina y prepararse para asumir grandes retos. Recibió la medalla y diploma de la región.

HOMENAJE DEL GOBIERNO REGIONAL

Tras más de cincuenta años de trayectoria empresarial, Jorge Rodríguez Rodríguez, presidente ejecutivo del Grupo Gloria, fue homenajeado con la medalla y diploma del Gobierno Regional de Arequipa.

Durante la ceremonia, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria, Julio Cáceres Arce, destacó que Rodríguez trabajó de manera ardua para alcanzar sus sueños, además de esfuerzo y sacrificio para lograr convertirse en uno de los empresarios más importantes del país.

«Como todo arequipeño privilegió el permanecer al lado de su familia, acompañado de su esposa, doña Cecilia Huaco, dama arequipeña, que ha sido el pilar fundamental, no sólo para él, sino para sus hijos Carolina y Claudio, quienes han mantenido ese legado familiar», dijo Cáceres durante la ceremonia realizada la noche del último viernes.

Agregó que se trata de un visionario orientado a construir empresas y transformar la industria.

«Hoy se nos hace evidente que su compromiso con el Perú es permanente y que su arraigo con Arequipa ya es parte de nuestro patrimonio. Por eso, y por todo lo que su visión traerá a nuestra región y país, le agradecemos la creación de números puestos de trabajo y su permanente apuesta por continuar invirtiendo en Perú», resaltó Cáceres.

A su turno, y agradeciendo el homenaje, Jorge Rodríguez, dejó un mensaje que puede servir de inspiración a las nuevas generaciones de arequipeños.

“Es posible soñar y alcanzar los sueños, si trabajamos duro, con disciplina, con visión y determinación. Los peruanos a veces perdemos tiempo valioso y grandes oportunidades cuando nos dividimos y enfrascamos en la búsqueda de intereses subalternos, pero cuando elevamos el corazón y aprendemos a mirar hacia un horizonte mayor, podemos sorprendernos gratamente”, dijo el empresario.

A sus 78 años de edad, Rodríguez es uno de los hombres más ricos del país con una fortuna calculada en 1300 millones de dólares.

En su discurso de agradecimiento en el acto protocolar realizado en la sede de la Biblioteca Mario Vargas Llosa, destacó la apuesta de invertir en el país que hizo su familia.

“Cuando los capitales abandonan el país, cuando no hay credibilidad, cuando no hay confianza, es cuando nosotros apostamos por nuestra tierra. En eso se puede resumir nuestra historia empresarial”, apuntó.

Muchas veces, dijo Rodríguez, le han preguntado cuál es el secreto para alcanzar el éxito.

“Mi respuesta siempre ha sido la misma: trabajo, trabajo y más trabajo. Todo es posible cuando hay determinación y cuando nos preparamos para asumir los retos y grandes oportunidades. Por eso, administren su tiempo con sabiduría y enfoquen sus objetivos y trabajen duro para alcanzarlos”, recomendó.

La parte más emotiva de su discurso fue cuando le agradeció a su familia la comprensión por todo el tiempo que le dedicó al trabajo.

“Quiero expresar mi gratitud a mi esposa que me acompaña desde que éramos jóvenes soñadores. A mis hijos, quienes supieron comprender todos los sacrificios que fueron necesarios. Mis nietos, por alegrar mis días, mis hermanos y mis padres de quienes heredé el ejemplo de esfuerzo. También a mi recordado hermano Vito con quien emprendimos esta aventura”, dijo.

También se ocupó de agradecer el trabajo de los colaboradores de su conglomerado empresarial y, por supuesto, a Arequipa.

“A mi amada Arequipa a la que llevo en el corazón y de la que soy un embajador entusiasta por donde quiera que me encuentre. Nuestra marca representa al Perú y le dice al mundo lo que los peruanos somos capaces de desarrollar cuando trabajamos juntos. Somos sinónimo de peruanidad, pero con alma arequipeña”, resaltó.

Terminó agradeciendo el reconocimiento brindado por el Gobierno Regional y dejando un mensaje a las nuevas generaciones.

“Mi gratitud por este reconocimiento y en mis palabras está mi ánimo, aliento y desafío a las nuevas generaciones. Que no haya lugar para el odio ni el resentimiento. Por el contrario, necesitamos ser contagiados de fervor y optimismo. Que cada ejemplo de éxito sea el combustible para impulsar nuestros planes y esforzarnos duro para hacerlos realidad”, comentó.

En el acto estuvieron presentes autoridades civiles, militares y eclesiásticas, además de empresarios y la compañía de su familia.