Por: Carlos Meneses

“El Gobierno Regional de Arequipa tiene la obligación de entregar saneada la administración que recibió y para ello solo le quedan pocos meses antes que llegue el fin de año”.

Todo indica que en el Gobierno Regional de Arequipa hay problemas pendientes de resolver, así como esclarecimientos por realizar, sobre todo en lo que se refiere a AUTODEMA y Majes II. Además de la forma de conducir el organismo de manera tal que se superen los inconvenientes que dejó la administración anterior de Elmer Cáceres Llica.

La vicegobernadora, ahora titular remplazante de Cáceres Llica, requiere de aclarar la idoneidad de sus asesores inmediatos, cuestionados en los sectores de Educación y Salud, despachos que fueron, también, la debilidad de gobiernos anteriores, que confrontan ahora demandas de los pueblos de la provincia de Caylloma con respecto a Majes II y a la reconstrucción de las consecuencias de sismos, especialmente en Maca.

Lo que se dejó a medio hacer y hasta la amenaza de devolución del presupuesto fiscal del año anterior son asuntos que precisan de una atención preferente, a la par de la vigorización de un programa de acción destinado a enfrentar los efectos derivados de la crisis económica, de la coyuntura adversa confrontada por los municipios distritales tanto de la provincia capital como de las otras que conforman la región Arequipa.

Lo evidente y necesario es que se debe dejar ordenada la institución encargada de los diversos sectores que por ley le están encomendados.

No es cierto tampoco que la región siga siendo propiedad de una familia y que se puede hacer con ella lo que bien parezca a los hermanos o parientes de quien es la gobernadora. Sería oportuno que a pocos meses del término de gestión se haga lo indispensable para devolverle confianza a una ciudadanía que aún no se repone de los casos que investiga el Ministerio Público y que verán los jueces.