Diariamente, tres menores de edad fueron víctimas de violencia sexual, en estos primeros cuatro meses del año. El 85% de estos casos se registraron en las familias, específicamente en las cuatro paredes que comparten, según detalló la directora del Centro de Prevención del Abuso Sexual (CEPAS), Dessy Zanabria.

Por: José Colque.

“Tenemos más de 470 casos denunciados. La violencia sexual comprende los abusos y tocamientos indebidos, que tienen mayor presencia. No solo es una cifra, detrás de ello hay un niño, una vida perjudicada por esta desatención del estado.”, señaló. El 2021 terminó con 1 mil 880 menores afectados, mientras que, en el 2020, fueron 1 mil 200. Aún no estimaron la cifra negra relacionada a los casos que no se denunciaron.

Zanabria explicó que, gracias a la reactivación de la presencialidad en los colegios, la problemática puede ser atendida rápidamente. “El colegio es donde se identifican y derivan casos para atender”, indicó. Son cerca de 15 instituciones educativas en Arequipa, donde se espera reprogramar charlas y capacitaciones con los docentes y estudiantes.

Las denuncias pasan por un proceso judicial, donde, la mayoría de veces se dicta medidas de protección a los menores de edad. Estos pasan a un albergue, donde se quedan hasta cumplir los 18 y luego se reinsertan en la sociedad. En Arequipa, existen albergues que reciben apoyo económico estatal. El CAR Santa Isabel I y II, San Luis Gonzaga-INABIF, Sor Ana de los Ángeles, son algunos de ellos. No obstante, el 90% de los albergues son particulares, según indicó el presidente de la Red de Albergues de Arequipa, Volker Claus Nack. Paucarpata, Cerro Colorado, Mariano Melgar, entre otros distritos, suman 30 albergues particulares, donde radican 1 mil 200 menores que sufrieron abusos o están en situación de abandono.

Ayer, un grupo superior a 30 personas representando a diversos albergues recorrieron las calles del Cercado desde la plaza España hasta la plaza de Armas, para sensibilizar a la ciudadanía en la prevención y denuncia de estos abusos en contra de menores edad. Cada uno llevó un peluche como símbolo de inocencia e ingenuidad representa cada niño y adolescente.