Necesitamos vitamina N
Por: Luis Luján Cárdenas
Tuve una interesante entrevista con la experta medioambiental española Marta Santafé Martínez, especialista en Hidrogeología y Geología Medio Ambiental, quien postula que es factible la convivencia pacífica y amigable de una economía sostenible con el cuidado y el respeto de la naturaleza.
“Parece que hemos olvidado este vínculo que tenemos con ella. Nuestros antepasados vivían en armonía con la naturaleza, en equilibrio, pero nuestro estilo de vida actual nos impone el crecimiento económico por encima de todo, con un consumismo que parece no tener fin, y que ha amplificado las desigualdades y ha roto este equilibrio. Parece que hubiéramos declarado la guerra a la naturaleza”, me dijo en conversación por WhatsApp.
“Deberíamos ver a la naturaleza como nuestra aliada, reconectarnos con ella. No es una tarea sencilla porque supone transformar los sistemas económico y productivo, pero la buena noticia es que no está todo perdido, porque tenemos la capacidad de transformar nuestro impacto en el planeta. Una economía sostenible y que conviva en paz con la naturaleza es posible, y nos permitiría llevar una vida más saludable. ¡Necesitamos vitamina N!”, citó recordando a Richard Louv.
Louv (Nueva York, EE. UU., 1949) es un periodista y escritor que en el 2005 generó un movimiento verde en los colegios con su libro El último niño en los bosques y, posteriormente, con Vitamina N (creó este concepto), en el que sostiene que “el aumento galopante de la tecnología ha causado la aparición del denominado trastorno por déficit de naturaleza (…) hemos cambiado el medio natural por la ciudad. Esta situación produce desórdenes en las funciones fisiológicas y psicológicas, agravadas según aumenta la exposición a la velocidad y la hiperestimulación tecnológica, especialmente en los niños”.
El ensayista estadounidense plantea que la humanidad debe saltar el Antropoceno e ir directamente a lo que el filósofo Glenn Albrecht llama el Simbioceno, que consiste en “vivir en armonía con el resto de la naturaleza, en darnos cuenta de que nuestras vidas dependen de otros animales y plantas, y de que sus vidas dependen de nosotros. En empezar a pensar de esa manera, en lugar de que somos el centro y tenemos el control total de todo. Eso es simbiótico. Podemos mejorar las cosas para todas las criaturas porque somos muy poderosos y las demás criaturas mejorarán las cosas para nosotros en reciprocidad”.
Louv tiene razón. Debemos acercarnos a la naturaleza, no ignorarla y destruirla, somos parte de ella, necesitamos vitamina N con urgencia y “debemos hacer las paces, es decir, proteger y restaurar nuestro planeta, es la tarea más importante que tenemos que acometer en los próximos decenios”, sentencia Marta Santafé.