Por: Carlos Meneses

El sicariato se advierte como una modalidad delincuencial en todo el país, pero, especialmente, en la capital de la República se han registrado cerca de medio millar de víctimas en el 2023.

El sicariato era algo desconocido en el Perú, pero en el 2023 se registraron 412 casos de muerte, sólo en Lima, y eso significó un 12% más que en el año anterior.

Indudablemente la causa de la mayoría de los asesinatos así cometidos fue consecuencia de la ola delincuencial y de organizaciones criminales que no sólo eran peruanas, sino que tenían presencia de extranjeros.

En casi todos los casos estuvieron acompañados por experiencias internacionales vinculadas, especialmente, a Venezuela y también a Colombia; cada vez han sido más brutales y relacionados al cobro de cupos y de obligaciones contraídas las que supuestamente no fueron pagadas.

Las perspectivas policiales indican que la modalidad afecta, en muchos casos, a personas pobres que se hicieron préstamos mediante el sistema de créditos con intereses desmedidos o a cupos que se cobraban en obras de construcción civil donde las víctimas eran obreros o empresarios.

La Policía peruana ha creado divisiones especiales para combatir este tipo de delincuencia que ocurre en distintos lugares y afecta siempre a grupos ciudadanos que no acuden a los bancos o a organizaciones sólidas.

Es de esperar que en el futuro se adopten medidas más severas con este tipo de grupos delincuenciales y que los servicios de inteligencia se agencien averiguaciones convenientes para enfrentarlos y derrotarlos.