El proceso de formalización en nuestro país avanza lentamente, siendo una de las principales causas el desconocimiento de todos sus agentes y la inadecuada comunicación que han llevado las autoridades. Este panorama es perjudicial, ya que tanto los mineros como la sociedad pierden oportunidades de desarrollo. Oscar Rospigliosi, presidente del Instituto para el Desarrollo de la Pequeña Minería y Minería Artesanal, resalta la importancia de un mejor diálogo.

El economista reconoce la lentitud en la formalización minera, explica los beneficios de la minería sostenible, así como las consecuencias de permanecer al margen de la Ley.

¿Considera que la formalización en la minería avanza lentamente?

Los indicadores no mienten. El avance es muy lento. Aunque, puedo asegurar que el principal factor de este panorama es la desinformación. Los mineros informales e ilegales desconocen los beneficios de las buenas prácticas.

Cada año, las autoridades realizan actividades para promover la minería sostenible. ¿En que estarían fallando, acaso sus métodos son inadecuados?

Si bien las autoridades impulsan la formalización, los esfuerzos son insuficientes. No obstante, siempre se puede mejorar. Ahora, al menos tenemos ese compromiso por parte del gobierno y consejo regional.

¿Qué estragos deja la informalidad?

Se pierde mucho a nivel personal y como sociedad. Por ejemplo, hace poco visitamos un yacimiento. Una empresa transnacional estaba interesada en cerrar un contrato millonario. Algo muy beneficioso para ellos y para toda la región. Sin embargo, no lo hicieron porque la mina nunca se formalizó.

Rospigliosi Vega explica que la minería informal e ilegal son completamente diferentes. La primera se encuentra en vías de formalización, mientras la segunda viola normativas durante sus prácticas, siendo muy nociva para el ecosistema.

¿Qué afectaciones trae la minería ilegal?

La contaminación ambiental es mucho más grave. Puede generar daños irreparables a la naturaleza, ya que se ubican en zonas protegidas. A su vez genera delincuencia y enormes pérdidas económicas para el Perú. También es más riesgosa para todos los que están en esta práctica.

Muchas personas piensan que la actividad minera solo beneficia a los dueños de los yacimientos. ¿Es ello verdad?

Totalmente falso y un claro ejemplo fue el enorme capital económico que dejó Perumin 36. La convención benefició a miles de personas, trabajadores de diferentes rubros como la hotelería, transporte, gastronomía y demás.

Finalmente, Rospigliosi llamó a los mineros informales a continuar su camino hacia la sostenibilidad y desarrollo, participando en iniciativas como “Minería Soy”. Esta actividad se realizará el 31 de mayo ,1 y 2 de junio en Chala, distrito de la provincia de Caravelí.