“Quiero ganar en París pero necesito apoyo”
El judoka Freed Villalobos entrena para competir en las Paraolimpiadas de París 2024
Freed Villalobos se ve con una medalla colgada en el pecho en los Juegos Paralimpicos de París 2024. Entrena cuatro horas diarias en la Videna de Lima. Su preparador, Jesús Gaviria, lo está poniendo fino en todo aspecto: físico, técnico y mental. El judoka arequipeño competirá en la categoría 73kg, clasificación visual J1. Freed es ciego.
“Estoy entre los cinco primeros del continente, tengo la experiencia de haber competido en Tokio. Tengo posibilidades de pelear una medalla”, le dijo a El Pueblo mientras alista su grueso judogi (vestimenta) azul para la práctica matutina.
Ganó la primera medalla parapanamericana en la historia del judo peruano al obtener el bronce en Los Parapanamericanos Perú 2019, le ganó a Nathan Ostergaard (USA), junto a sus otras victorias importantes lo ubican en el puesto 32 del ranking en el mundo. Sin embargo, a pesar de los buenos resultados y su éxito deportivo, no es ajeno a la complicada situación económica del país.
En ese sentido, el Instituto Peruano del Deporte (IPD) aprobó el “Programa París 2024” con la finalidad de promover la preparación y participación de deportistas y paradeportistas en los “XXXIII Juegos Olímpicos París 2024” y “XVII Juegos Paralímpicos París 2024”, para lo cual destinará 4 millones 470 mil soles.
De esta manera, subvencionará a 50 deportistas y paradeportistas priorizados que pertenecen al Programa de Apoyo al Deportista (PAD) del IPD. Villalobos postula al programa pero no está fijo en la lista de beneficiados.
“Necesito el apoyo de la empresa privada. Hay muchos gastos, te detallo solo uno, nuestros uniformes (judogi) se tienen que traer del extranjero, necesito suplementación, viajes y gastos que no los puedo costear. Si hay alguna empresa por favor que me apoye”, pidió.
Por lo pronto, el judoca mistiano, se alejó de su labor como abogado porque el deporte le consume varias horas al día. Con nervios y ansiedad espera el mes de agosto para estar en París, pisar el tatami y empezar a gestar su primera medalla paralímpica.