HOY ME HAS DADO UNA ALEGRÍA (SEGUNDA PARTE)
Por Juan Manuel Zevallos Rodríguez – Psiquiatra y Magister en Salud Mental del Niño Adolescente y Familia.
Amar a nuestros enemigos embarga no solo un acto de entrega, en sí es un acto de afecto personal. Dejar de lado los sentimientos de venganza, odio y resentimiento hacia otros aligera el equipaje que lleva el cuerpo, favorece un mejor desarrollo físico y genera un estado de lucidez y de gozo solo experimentados en aquellos primeros años que sucedieron a nuestro nacimiento.
HOY CONOCÍ EN EL MUNDO GENTE MARAVILLOSA
Somos seres de bien, hemos nacido sin envidia y hemos nacido envueltos en un manto de amor.
Hoy es el tiempo de nuestra gran oportunidad. Mirémonos a la cara frente a un espejo, hablémonos con fuerza y entrega, ¡es mejor decir adiós al tiempo del sufrimiento, es mejor volver a nacer!
Amémonos, por un momento cerremos los ojos y sintamos nuestro cuerpo físico existir.
La vida es un espectáculo de luces y sonidos que se repite a diario con nuevas intensidades y tonos.
¡Cree en ti!, tienes la fuerza del viento en tu mente para enfrentar todos los desafíos de la existencia. Regálate una nueva alegría y valora todo lo bueno que te ha regalado la vida. Dale gracias por cada aprendizaje recibido, por cada nueva caída y por la mágica oportunidad de volverte a levantar.
La vida no es justa y nunca lo será. Pero tú sí puedes ser justo con ella. El hecho que hayas pasado por momentos de humillación y de violencia extrema no es razón suficiente para actuar injustamente y para negarte el regalo de un nuevo amanecer cubierto por sábanas blancas de felicidad.
La vida y los seres que habitan el mundo pueden desear dañarte, pueden lastimar tu cuerpo y hacerte sentir dolor pero recuerda, hoy estás aquí para disfrutar el momento y para crear una realidad que si tú así lo deseas puede ser una eternidad.
El tiempo del reencuentro ha llegado. Un acto de justicia impostergable no es actuar de verdugo de aquellos que nos dañaron, ¡no!, un acto de justicia personal es valorar todo aquello que somos, nuestro aprendizaje académico y la fortaleza emocional desarrollada. Si aceptamos que ahora tenemos todas las herramientas necesarias para experimentar la luz del día entonces habremos realmente abierto los ojos a la existencia real.
Haber elevado los conceptos de daño personal vividos en el lejano pasado al altar de la devoción diaria postrando en el olvido la lucidez del momento actual es un acto de valor. Reescribir tus memorias con actos de amor pleno, con esperanza y ternura es un acto que alimentará tu mente de nociones positivas y que generará con el paso de los meses y años el jardín maravilloso donde crecerán las más bellas plantas de paz y bondad.
Y, ¿qué hacer hoy día con tu dolor?
Baila con él, sal de compras con él, escucha una hermosa canción con él. No estoy bromeando. Enséñale a tu dolor que tú eres un ser maravilloso que no te vas a dejar llevar por su implicancia emocional. Enséñale que eres un ser humano pleno, que tiene muchas fortalezas y que no vas a renunciar a la alegría de despertarte cada día con la emoción de estar naciendo de nuevo.
Tu vida ha sido redactada en hojas de colores intensos y con perfumes de gracia y verdad.
Eres un regalo, el más valioso de todos y cada encuentro personal ha sido un nuevo regalo de la vida para que comprendas que habías tenido tantos dones: paciencia, templanza, valentía y capacidad de convertir el dolor en una experiencia de vida y amor.
Ahora solo nos queda hacer algo más, hay que salir al espectáculo de la vida y gozar de todo aquello que hemos descubierto que teníamos y recuerda, tu mente tiene la capacidad de reeditar tus recuerdos y de regalarte una vida de añoranzas basadas en alegrías y esperanzas si tú y solo tú, decides darle ese significado de amor a tu existencia
Ya no hay razones para sufrir, solo deben de existir de ahora en adelante oportunidades para decirle a la vida y a todos aquellos que nos rodean ¡esta vida mía había sido tan linda y maravillosa que no voy a condenarme a interiorizar las agresiones del mundo que solo buscan minimizarse y destruirme, no!, de ahora en adelante cada acto personal será una oración hecha realidad como un acto de conciencia y fe elevados a su más alta proyección, mi realización personal y el gozo social.
La vida siempre será una sucesión de milagros y cada uno de esos milagros que dan vida y esperanza siempre serán maravillosas oportunidades para creer en lo mejor que tenemos.