Por: Carlos Meneses

Una política de austeridad es compatible con un buen manejo de la economía nacional y el ministro de Economía, José Arista ha adelantado que tiene proyectado un programa que devuelva confianza a la inversión y una reducción en el gasto público a lo absolutamente necesario.

Por primera vez, por lo menos, en el gobierno de Dina Boluarte, un ministro de Economía como es José Arista se ha animado a hablar de un programa de austeridad en el gasto público lo que significará un corte en las inversiones que no sean absolutamente indispensables y necesarias que incluyen reducción de compras de vehículos a excepción de los que necesiten la Policía Nacional del Perú (PNP), las Fuerzas Armadas o los requerimientos urgentes del sector estatal regional o municipal.

El señor Arista considera que es el momento de ajustar el cinturón para no llegar a extremos como lo que ha ocurrido en Argentina y que debió haber pasado en Perú durante el régimen de Castillo.

Ante el adelanto hecho por el ministro de Economía sólo cabe esperar que la respuesta de Congreso sea semejante para que podamos conseguir una estabilidad que requiere la economía nacional y devolver confianza a los inversionistas.

De seguro el planteamiento adelantado por el señor Arista es algo necesario para conseguir que también se descarte la posibilidad de, sea con recursos fiscales o comprometiendo los del Banco de la Nación, financiar la refinería de Talara que, como ha dicho el titular de  Energía y Minas, está virtualmente quebrada y para remediar la situación en que se encuentra se necesitan severas medidas y algún planteamiento concreto sobre la posibilidad de privatizar a Petróleos de Perú y a la refinería de Talara.