Buena actuación del peruano Advíncula.

Es considerado uno de los partidos más vistos a nivel mundial. En un tiempo fue denominado como una de las maravillas que da el deporte, el fútbol. Se trata del super clásico argentino entre los tradicionales clubes Boca Juniors y River Plate que se jugó ayer en el estadio Monumental de Núñez ante más de 80 mil personas.

Millones de personas vieron el empate de 1-1. Con jugadas polémicas, pierna fuerte, lujos, conatos de bronca y buenos goles, así se vive en Argentina el partido más importante del año. En otras ciudades del país gaucho se juegan otros clásicos como el de Racing e Independiente, o el de Belgrano con Talleres de Córdova. El «River – Boca » destaca sobre los demás.

Luego de un primer tiempo jugado a toda máquina, el marcador se abrió en el complemento, River Plate sacó ventaja a los 49’, Solari se encontró solo de cara al arco y aprovechó el rebote de su primer remate para mandarla a guardar y hacer explotar el Monumental.

Boca reaccionó al gol en contra y empezó a salir más. Los xeneizes empezaron a hacerse dueños del partido y a los 70’, tras un gran desborde de Blanco, Medina definió de la mejor manera para estampar el empate. El peruano Advíncula jugó un buen partido, estuvo bien proyectado en ataque y seguro en defensa. Destacó, aunque no fue la figura del compromiso. River sigue primero en el grupo «A» y Boca es tercero en el grupo «B» en la denominada Copa de la Liga.