Por: Óscar Vizcarra Hidrogo

APUNTES

Es una de las plazas tradicionales del Callao, la cual se encuentra ubicada entre las calles Zepita, Venezuela, Moquegua y Monteagudo. Esta obra fue construida por orden de don Ramón Castilla, presidente de la República del Perú, en 1848, en honor al expresidente San Román, que era muy amigo del Callao.

En la plaza en mención se construyó una pileta cuya fuente posee una forma general que recordaba a una copa, con un cuenco apoyado en una columna central que se desplanta de un zócalo, que tiene casi el mismo diámetro que el cuenco. Sobre esta misma hallamos en la parte superior las mismas características, pero en menor tamaño, donde está el vertedero que genera chorros de agua. El conjunto metálico descansa en un pedestal de base cuadrada con imágenes de blasones vacíos a cada lado, sin más decoración también de metal, en uno de ellos se encuentra la referencia a su inauguración. Todo, en medio de una pila donde se junta el agua que se vierte desde las copas.

El 24 de mayo de 1940, como consecuencia del sismo que destruyó el mercado principal, la plaza San Román, conocida popularmente como plaza de los Burros, sirvió como mercado provisional.

En un principio, la pileta fue de hierro y es la que llevaba el agua al Centro Histórico del Callao, que venía de un troncal del manantial del Chivato, que quedaba a la espalda del actual cementerio Baquíjano.

De allí surgió el nombre de la plaza de los Burros, en razón de que los aguateros y aguadores se surtían de agua para repartir a domicilio. También era un centro de bastos donde traían los productos de pan llevar desde la hacienda San Agustín, así como la leche fresca de los establos de Barzoti; y de allí se repartía a los diferentes distritos del Callao, utilizando burros y asnos como transporte.

Alrededor de la plazuela existía “La casa de préstamo”, que recibía joyas de oro y plata y le daban un recibo de pago con intereses de una semana o más. Había remate de las prendas cada mes.

También la peña El Aromito con música criolla. Un local para jugar bochas, a una cuadra vivía Óscar Avilés Arco, que tiene hoy una placa alusiva.

Posteriormente, al inaugurarse el Palacio de Justicia, los abogados alquilaron oficinas cerca de la plaza San Román; y los trabajadores como litigantes desayunaban y almorzaban en el mercadito ubicado en jirón Venezuela. Esta plaza también fue cuna de deportistas, músicos e intelectuales y abogados de prestigio.

Esta plaza ha sido reinaugurada por la actual gestión municipal, incluyéndola como lugar turístico del Callao, poniéndola a disposición de la población para su distracción y recreación.