Por: Carlos Meneses

El hacinamiento en los penales no es de exclusiva responsabilidad de los nacionales sino también de la presencia de bandas organizadas que provienen del extranjero y especialmente de Venezuela.

Un diario limeño ha revelado que en apenas 5 años la población penal se ha incrementado en un 200% en lo que se refiere a condenados a prisión en el Perú de origen extranjero que, en su mayoría, son de procedencia venezolana. Es decir que el Perú gasta más en mantener al universo de los presos foráneos que a los nacionales. Asimismo, en la misma proporción ha crecido la delincuencia en el país.

También los venezolanos han traído sus organizaciones delictivas y no se descarta que hayan buscado refugio en países como Colombia, Ecuador y Perú, cuando fueron extirpados del quehacer venezolano. Algunos de ellos actúan en ciudades determinadas como Lima y también en provincias.

Según el jefe de la Policía de Arequipa, general Colin Sim Galván, en esta región actúa un brazo delictivo dirigido por venezolanos, que también tiene presencia en Trujillo, y se autodenominan “Los pulpos”, originalmente se establecieron en Chile, nación que por su acción antidelincuencial los obligó a venirse a Perú.

La información periodística que hace referencia al porcentaje de presos encarcelados por acciones delincuenciales en el país no ha sido confirmada oficialmente, pero el hacinamiento es visible y el gobierno peruano tiene que cargar con el gasto que supone mantenerlos, no solamente alimentados sino también cuidados en salud y abrigo en las cárceles peruanas.