La depresión en tiempos de pandemia
Por: Numa J. Tamayo Bernedo – Médico internista endocrinólogo

Las enfermedades mentales en especial la ansiedad y la depresión se han disparado en frecuencia debido principalmente a problemas económicos debido a pérdida del empleo e incapacidad para conseguir el sustento diario, como también por la muerte de uno o más miembros de la familia por la COVID-19. La ansiedad y depresión pueden desencadenar pensamientos suicidas, que a veces se concretan y los suicidios también han aumentado mucho.

Salud mental de arequipeños fue afectada

La depresión es una enfermedad mental caracterizada por una persistente disminución del ánimo, que lleva a pérdida del interés por las actividades que anteriormente les eran interesantes o placenteras y que afecta la vida normal en forma determinante. Las personas deprimidas: se sienten tristes la mayor parte del tiempo, pierden el interés en todo y en todos, nada les satisface, pueden comer más de lo normal o por el contrario no tienen apetito y pierden peso. Pueden tener insomnio o dormir demasiado, tienen cansancio y falta de energía sin motivo aparente. Algunos se muestran agitados y ansiosos otros están letárgicos y lentos, muchos pierden la autoestima y se culpan por todo lo que pasa, aunque no sean culpables. No pueden concentrarse en una actividad y son incapaces de tomar decisiones. Algunos tienen pensamientos de que mejor estarían muertos y tienen pensamientos suicidas. Si una persona tiene al menos 5 de las características anotadas, durante por lo menos 2 semanas, se puede concluir que está deprimido y debe buscar ayuda médica, ya que contrario a lo que algunos piensan, la depresión no desaparece espontáneamente y necesita intervención médica apropiada por un Psiquiatra o Psicólogo. Los eventos negativos de la vida, como la enfermedad, sobre todo el cáncer y las enfermedades cardiacas, la pérdida del empleo con las dificultades económicas subsecuentes, pueden precipitar depresión, pero factores genéticos influyen decisivamente en la sensibilidad a ellos.

La depresión antes de la pandemia afectaba aproximadamente al 8% de la población adulta, pero, aunque no hay estadísticas confiables, su frecuencia ha aumentado mucho durante la pandemia al igual que uno de sus complicaciones que es el suicidio. No todos los pacientes con depresión tienen el mismo grado de severidad, algunos tienen depresión mayor o severa y otros depresión menor o leve y otros solo tendencia depresiva o distimia.

La base biológica de la depresión se encuentra en el desequilibrio de los neurotransmisores cerebrales, que son sustancias químicas que conducen o transmiten los impulsos eléctricos entre las neuronas o células cerebrales como: la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. Algunos medicamentos antidepresivos aumentan los niveles de esto neurotransmisores, como la serotonina y mejoran los síntomas depresivos.

LA DEPRESIÓN Y OTRAS ENFERMEDADES

Muchos de los medicamentos usados para varias enfermedades, como las drogas para la hipertensión arterial especialmente los bloqueadores beta, los medicamentos contra el colesterol elevado y los antiarrítmicos, pueden potencialmente, inducir o empeorar la depresión. El 20-30% de los pacientes cardiacos presentan síntomas de depresión y la selección de los medicamentos antidepresivos debe tener en cuenta, las posibles interacciones entre las drogas cardiacas y los antidepresivos. En los pacientes cardiacos una droga en particular, la Sertralina, tiene los mejores resultados de seguridad. Los pacientes con cáncer sufren frecuentemente de depresión (25-40%) y el tratamiento mejora mucho la calidad de vida de estos pacientes al igual que los que sufren de enfermedades cardiacas y endocrinas como la diabetes y las enfermedades tiroideas.

Tratamiento de la depresión

Si se sospecha depresión o se diagnostica este problema, una consulta con el Psiquiatra o Psicólogo es pertinente para diagnosticar o confirmar el diagnóstico de depresión. El psiquiatra determina el tratamiento que puede ser con drogas antidepresivas o con Psicoterapia a cargo del psicólogo. Otras medidas como el ejercicio físico, es importante porque tiene un efecto antidepresivo y hace que la persona se sienta mejor.

Hay que tener en cuenta que los medicamentos antidepresivos, tardan de 2 a 4 semanas antes de mostrar efectos benéficos, por lo que a menudo es necesario dar psicoterapia de soporte hasta que el efecto de las drogas se haga evidente.

DATO

Las enfermedades mentales, en especial la depresión, frecuentemente acompañada de ansiedad, han aumentado dramáticamente en frecuencia, precipitadas por eventos negativos como la pandemia de la COVID-19, que provocó pérdida del empleo y dificultades económicas en un segmento grande de la población, sin contar la pérdida de la vida de uno o más miembros de las familias. La depresión causa incapacidad y grandes problemas a la familia del paciente por lo que es necesario diagnosticarla y tratarla en forma adecuada, por el Psiquiatra o Psicólogo. Los centros de salud mental deben ser parte de los servicios de salud de la comunidad. La depresión frecuentemente afecta a los pacientes con cáncer, enfermedades cardiacas y diabetes por lo que deben hacerse pruebas de despistaje, para identificarlas, ya que el tratamiento mejora mucho la calidad de vida del paciente.

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