El testimonio de una ucraniana que visitó Arequipa hace 2 meses
Por: Rocío Velazco C.

Su novio es un abogado arequipeño

Daryna es una joven que visitó Arequipa en enero, acompañada de su novio, el abogado arequipeño William Lizárraga Ugarte, quién ahora vive en los Estados Unidos.

Ella accedió a dialogar con El Pueblo via facebook y contarnos los momentos de terror que actualmente vive en su país.

Daryna, permanece Kiev mientras los ataques de Rusia continúan. Ella es una testigo de excepción del conflicto bélico. Ella contó la situación en la que se encuentra y describe los momentos vividos el pasado 24 de febrero, cuando se produjeron las primeras hostilidades rusas.

El sobrecogedor testimonio de la joven ucraniana «se llevaron a mi papá y a mi tío, espero que vuelvan sanos y salvos». Desde que el pasado 24 de febrero Vladimir Putin, presidente de Rusia, decidiera atacar Ucrania, cada vez son más las ciudades del país atacadas. Aunque ACNUR estima que en los últimos seis días ya han escapado del país más de un millón de personas, otras permanecen en Ucrania.

SE LLEVARON A MI PADRE Y A MI TIO…

Testimonio. Apenas puede recordar qué día es. Para ella cada día es peor que el anterior. La guerra Rusia-Ucrania comenzó inesperadamente, a las 5 de la mañana del 24 de febrero, cuando todos dormían plácidamente y Rusia decidió atacar.

Rusia comenzó a bombardear Kyiv, Kharkiv, Sumy, Chernihiv, Kherson, Odessa, Mykolayiv y otras ciudades y pueblos. Cientos de civiles están muriendo, muchos niños han muerto. Nuestras ciudades son despiadadamente destruidas por bombas «granizo», misiles, bombas de vacío y otras armas prohibidas como bombas racimo, relató una atribulada Daryna.

Las tropas rusas están bombardeando áreas civiles, hospitales, edificios civiles de apartamentos donde vive la gente que ahora se ha refugiado en los bunkers o en las estaciones de metro («subway»). En muchas ciudades no hay calefacción, electricidad o Internet.

La ciudad de Mariúpol al Sur –relató- acaba de caer en manos enemigas a costa de aterrorizar a la población civil. La comida es escasa. Tenemos lo mínimo para comer. A veces tenemos que ir al sótano de nuestra casa, especialmente cuando suenan las sirenas. Hay toque de queda a partir de las 8 de la noche hasta las 4 de la mañana. Toda la noche se escuchan las bombas.

El ejército ucraniano vino el primer día a mi casa, pues vivo a una hora y media de Kiev (la capital) y se llevó a mi papá y a mi tío para luchar en el campo. El segundo día llegaron armas y las distribuyeron. Toda la gente está de miedo, cada día es una angustia porque no sabemos qué va a pasar. Las calles están hechas un desastre. Hay vidrios rotos por todos lados porque los edificios están destrozados. Mucha gente se para frente a tanques rusos para que no avancen.

Es increíble ver las muestras de heroísmo. Muchos familiares han llegado a mi casa para refugiarse. Mis amigas han salido de Kiev y se han ido a otras ciudades más al oeste, a Ivano Frankivsk. Cada día llegan voluntarios de diversos países a apoyar al ejército. Algunas ciudades están al borde de una catástrofe humanitaria, sin alimentos, gas y calefacción, bajo constantes bombardeos. La gente se va a sótanos, refugios antiaéreos y subterráneos. Allí corren con sus mascotas, llevándose únicamente frazadas, documentos, un poco de comida y agua. Y cuando no hay sirenas de alarma, la gente prepara cócteles molotov, que llamamos cócteles de resistencia o banderosmuzi, y levanta barricadas y retenes. Muchos misiles caen en zonas residenciales, en colegios, en hospitales, en áreas civiles. Después de las explosiones vienen los bomberos a rescatar a heridos que gritan de dolor, aseguró la joven ucraniana con voz entrecortada.

Para Daryna lo sucedido es una verdadera masacre, “incluso hace unos días, durante las negociaciones, los ocupantes rusos bombardearon brutalmente a la población civil de Kharkiv (al este de Kiev). Más de un millón de personas ya han abandonado Ucrania. La mayoría de ellos fueron a Polonia. También hay muchos refugiados ucranianos en la República Checa, Hungría, Rumania, Eslovaquia y Moldavia”.

Asimismo, las mujeres y los niños deben despedirse de sus maridos, porque los hombres de 18 a 60 años no pueden salir del país. El mundo entero comenzó a apoyar a Ucrania. Estos no son solo representantes de la diáspora, sino también ciudadanos comunes del mundo. Todos van a manifestaciones pacíficas, protestando contra la guerra de agresión, contra el dictador, que no se arrepiente de haber enviado a sus ciudadanos a la muerte. Es aterrador pensar cuántas madres en ambos países perderán a sus hijos, esposos y hermanos, cuando en cinco días las pérdidas del ejército ruso llegan a 6 mil.

El mundo entero, como nunca antes, expresa su solidaridad con el pueblo de Ucrania. Estamos viendo que llegan poco a poco armas y ayuda humanitaria de Europa, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Turquía. Nuestros padres, hermanos, tíos y vecinos se están sumando a las filas de la defensa territorial para protegernos de los saqueadores y saboteadores, muchos de los cuales están en las grandes ciudades y pequeños pueblos.

La guerra incita el odio de los ciudadanos comunes de los dos países. Los rusos tienen miedo de protestar, sin darse cuenta de que ya están bajo la Cúpula de Hierro y tienen todas las posibilidades de convertirse en la segunda Corea del Norte. Hace unos días nuestro presidente Zelensky ha solicitado la membresía en la Unión Europea, que será considerada bajo un procedimiento especial. Desafortunadamente, tenemos la opción europea a un precio grande. Miles de víctimas, ciudades y pueblos destruidos: este es el precio de nuestra elección y de la libertad. Solamente nos queda esperanza de ser libres, y esa esperanza alimenta a nuestro Ejército y a nosotros para poder resistir y sobrevivir.

DE VISITA EN AREQUIPA

Daryna y William se conocieron en la biblioteca de Ciencias Sociales de la Universidad de Barcelona y en seminarios de finanzas internacionales. Ella buscaba unos libros y no entendía muy bien el sistema de organización y William la ayudó a encontrar el libro. Después de ello estuvieron en contacto por WhatsApp y luego se encontraron en Madrid en noviembre de 2019 y viajaron juntos a Barcelona.

Después vino el problema de la COVID-19 en marzo del 2020 y no pudieron verse porque cerraron los aeropuertos. Mantuvieron el contacto por WhatsApp. A fines de noviembre del 2020, se volvieron a encontrar en Kiev, capital de Ucrania, y viajaron juntos a Kharkov, y se contagiaron del coronavirus.

Después de ello pudimos conocernos más y viajamos a Grecia, Montenegro, Albania. Nuestro lugar favorito fue Grecia, donde estuvimos tres meses, especialmente la ciudad de Sidari en la isla de Corfu.

Daryna visitó el Perú en el año 2021 (abril-mayo), allí conoció Cusco (Machu Picchu, Sacsayhuaman, Kenko, Ollantaytambo, Pisaq), Arequipa (Cañón del Colca, Cataratas de Pillones, Corire, Salinas, Ruta del Sillar) y Lima.

Regresó a Arequipa en enero del 2022 y se quedó un mes visitando las playas de Camaná donde tuvo un incidente con las bravas aguas del mar de Camaná, donde casi se ahoga y tuvo que ser rescatada por cuatro salvavidas.

William es arequipeño y exitoso abogado en Nueva York, desde el año 2008, especializado en las áreas de Derecho Tributario, Inmobiliario, Bienes Raíces, Comercial, Accidentes de Construcción y Negligencias, tiene su propia empresa Lizarraga Law Firm, PLLC, www.totallegalhelpteam.com.

Daryna es bachiller en Relaciones Públicas Internacionales por la Universidad de Borys Grinchenko de Kiev y habla cinco idiomas: inglés, francés, ruso, ucraniano y español. Trabajo remotamente para una compañía de comercio internacional en el área de asistencia al consumidor.

Los platos favoritos de Daryna son el rocoto relleno y el ceviche. Le gusta Perú, su cultura, y le gusta viajar y conocer más del Perú.

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