Por: Carlos Meneses

“También es conveniente decir lo que sea necesario de hacer con respecto a los mayores recursos presupuestales que se requieren, sobre todo, los provenientes de la minería que está afectada por los precios internacionales y por la crisis entre Rusia y Ucrania que están perjudicando asuntos tales como la provisión de maíz de trigo, de soya a naciones que como el Perú importan y no producen”.

Recibido como ha sido el voto de confianza de mayoría parlamentaria para el gabinete Torres, debe ser una norma válida para todos los administradores responsables de gobierno de hacer las cosas con conocimiento de la colectividad y esclarecer hechos como los ocurridos en la casa de Breña donde presuntamente se habrían cometido actos ilícitos que convienen aclarar.

Es evidente que hubo un tiempo previo a la asunción del gobierno y aun después de ocurrido que mucha gente se entrevistó con el presidente Pedro Castillo, hasta ahora no se ha podido saber que se trató en los temas y en los montos.

El resplandor de la luz ha sido ofrecido reiteradamente, pero igualmente incumplido. Las dudas continúan y el presidente del Consejo de Ministros de Estado ha dicho, una vez más, que sí se conocerá toda la verdad de lo infelizmente ocurrido, con el apoyo de investigaciones fiscales que se vienen realizando para esclarecerlas.

Lo evidente es que la mejor manera de gobernar un país es decir verdades a toda deformación. La mentira tiene consecuencias funestas en la confianza colectiva de que se están haciendo las cosas bien.

Podríamos sacar esta consecuencia benéfica del decir del Consejo de Ministros y nadie tiene derecho a dudar de la autenticidad de ese compromiso, sobre todo, si se invita a participar a los poderes en conflicto desde hace años, para hacer juntos una tarea que solo va a beneficiar a la comunidad.